¡Dios qué buen vasallo, si tuviera buen señor!

Por Vicente Bernabeu

Hace pocos días el portavoz en el Congreso del grupo del Partido Popular se despachó con que “hay que prohibir los actos de campaña electoral” fuera de los quince días oficiales de campaña electoral.

Está claro que ese deseo, como el código ético del mismo Partido Popular, se aplica dependiendo de quién, cómo, para qué…

En tan corto espacio de tiempo, está muy demostrado el argumentario con que volvió a desembarcar en Radio Ibi una persona conocida en los medios audiovisuales de la comarca. Su llegada ha nuestro pueblo ha estado (y está) envuelta en un cúmulo de interrogantes; su contrato, el despido de dos trabajadores de la emisora, sus funciones en la misma, etc. pero otras cuestiones ya han sido claramente manifiestas. Se veía venir. La fama y los hechos le precedían.

Aún sin ser periodista, a nadie se le escapa que una de las principales reglas de dicha profesión ha de ser la objetividad; a alguien que carece de ella, difícilmente podremos calificar de periodista. Se podrá calificar de otras cosas. Si se es servilista, no se es profesional del periodismo, se es profesional del más rancio servilismo. ¡Dios qué buen vasallo, si tuviera buen señor!

Este señor, ni puede ni debe confundir un medio privado (del que procedía) con un medio público como es Radio Ibi Emisora Municipal, que depende del Ayuntamiento y por lo tanto se nutre de los impuestos de todos nosotros.

Tome nota también el concejal de turno, en este caso Sr. Santoyo. Apliquemos la ética y no nos limitemos a hacer códigos infumables con ella.