Galas, reconocimientos y mala memoria

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Las galas son agradecidas y caras. Cada gobierno tiene una forma de reconocer a los ciudadanos y asociaciones su contribución al desarrollo del deporte, la cultura o el arte. La proporción de dinero que se destina a la gala y la proporción que se destina al deporte es variable. Este gobierno prefiere galas caras y personajes famosos, a los que hay que pagar una buena cantidad de dinero. Es el ejemplo de Nieves Herrero en la Semana Solidaria (3.000 €), Valdano en el congreso de Innovación (15.000 €) y Felisuco, para la Gala del Deporte (preguntaremos en el Pleno). Nos dirán que no ha costado un duro, que todo ha sido subvencionado por el señor Vilaplana en esta ocasión. Pero, ¿alguien cree que estas personas, que están dispuestas a patrocinar el deporte en Ibi, patrocinarían a los deportistas y sus Asociaciones, en detrimento de la gala? Está bien que patrocinen una gala, pero ¿no sería más interesante apoyar la carrera profesional de uno de nuestros jóvenes valores deportivos?, ¿acondicionar instalaciones deportivas?, ¿sufragar los gastos de traslados y autobuses de algunas asociaciones deportivas?, ¿apoyar el desarrollo de deportes minoritarios?… incluso algo tan básico como pagar equipajes para equipos de chavales.
Este año la gala estaba maravillosamente bien ambientada, gracias a la colaboración del Taller Municipal de Pintura que dirige Jesús Reig. La encantadora plaza de Notre Dame estaba presente al comienzo de la gala, con sus pintores y amantes de la vida, transeúntes y enamorados. Después, con música en directo de acordeón (una delicia), la profesora del taller municipal de Danza, nos deleito con una pieza corta pero intensa. Bailes estupendos, y reconocimientos y premios merecidos a presentes y ausentes, todo ello con su video profesional y un despliegue de medios técnicos adecuados y precisos.
Hasta aquí todo es correcto y discutible, como todo en esta vida. Lo que no se puede tolerar es que se utilice una gala pública para engañar, mandando un mensaje que se sabía engañoso, incurriendo en una acción “antideportiva” por parte de la Concejal  Ana Sarabia. No sólo se atribuyó la creación de las escuelas deportivas, altavoz en mano, sino que, con esta acción, negó la labor de todas las personas, padres de alumnos y profesores, que altruistamente trabajaron durante nada menos que veinticinco años en las escuelas deportivas. Pese a su imagen cándida no dudó en “borrar” de un plumazo a todas estas personas a su llegada, sin ni siquiera darles las gracias, ni contar con ellos para la nueva etapa.
Señora concejala, su sueño, según dijo en la gala, eran que todos los niños y niñas de Ibi pudieran acceder a las escuelas deportivas. Usted sabe que ya lo hacían. Es cierto que se han ampliado y se ha dedicado más presupuesto para contratar a monitores con diploma. Creemos que es que lo mejor que puede hacer un concejal cuando estrena su cargo, recoger el testigo e intentar mejorar lo ya existente, pero esto no le da derecho a negar el trabajo de otros ciudadanos para colocarse medallas.
De la anterior etapa socialista han recogido muchos testigos, pero los han negado todos,  fieles a la directriz política de negar todo lo realizado antes del 2003 (para el Partido Popular, Ibi no existía antes de 2003).
Es una lástima la mala memoria que tienen algunos.