Nada de geriátricos públicos

Por Susana Hidalgo Vidal
El equipo de gobierno del Partido Popular lleva seis años buscando un buen lugar para que una empresa privada construya un geriátrico privado en Ibi. Si lo consiguen, dado que una empresa privada tiene un objetivo final muy claro, el ganar dinero, conseguirán dos cosas primordialmente:
La primera: que todo aquel ibense que disponga de un buen sueldo, pueda llevar a sus familiares a una buena residencia geriátrica, seguramente construida en suelo público, lo que no permitirá abaratar el precio de las prestaciones, pero sí el beneficio sustancial de la empresa para amortizar el gasto.
La segunda: con unas cuantas plazas públicas concertadas con la empresa cumplirán el expediente de plazas geriátricas públicas en la población. Así la obligación de construir geriátricos públicos de la Consellería de Asuntos Sociales de la Generalitat que preside el Sr. Cotino, pasará de soslayo y nadie podrá decir que no hay plazas geriátricas públicas en Ibi, pocas e insuficientes, pero entre la primera piedra y la última ya encontraran la manera de culpar a Zapatero.
Han sido varios los intentos, desde los más “heavys” hasta los más ocurrentes.

INTENTO Nº 1
Geriátrico privado en el ”Parc de les Hortes”, un chollo para la empresa si la oposición no hubiera impuesto unas condiciones. Aunque el proyecto salió adelante en el plenario, las condiciones impuestas por los concejales del grupo mixto (desencantados del grupo EU_Els Verds y Grupo ADIi) hizo que la empresa considerara no construir ya que no ganaría el beneficio que esperaba.

INTENTO Nº 2
Geriátrico privado en el Patronato, anunciado a bombo y platillo en los medios de comunicación, sin la previa consulta a los propietarios, algo que les molestó bastante.

INTENTO Nº 3
Geriátrico privado “regalo” de los urbanizadores del Alamí, que fue un anuncio electoral, diluido en el tiempo y en el espacio.

INTENTO Nº 4
Geriátrico privado en el equipamiento público de la finca del Retiro, que el anterior gobierno compró para destinarlo a un albergue juvenil. Buen sitio, a cero euros el metro cuadrado, para el comprador, porque a los ciudadanos ya nos ha costado lo que valía en su día. La empresa no podrá negarse (a caballo regalado no le mires el diente)  y la contraprestación será un mínimo, mínimo de plazas públicas.

Pero de geriátricos públicos nada de nada, ni siquiera el intento.
Esto se llama servilismo político, de prestaciones sociales públicas no se habla en la Generalitat. Mucho menos desde que entró en vigor la Ley de Dependencia. ¡Vaya fastidio para el señor Camps!, implantar una Ley social y justa para los más débiles…, manías de la izquierda.

Me imagino las negociaciones de la señora María Teresa Parra Almiñana y la concejal de Asuntos Sociales Da. Pilar Ortega en Consellería. Por supuesto, esto es sólo imaginaciones mías.

Representante del Partido Popular de la Generalitat
El trato es el siguiente; hacemos el Palacio de Justicia en Ibi, pero adelantáis vosotros el dinero. Ya os lo devolveremos. Pero de geriátricos públicos ni hablamos, que la familia del señor Cotino, Conseller de Bienestar Social, tiene participación en 22 centros geriátricos privados en la Comunidad Valenciana, y estamos boicoteando la Ley de la Dependencia. Buscar una empresa privada y regaladles suelo público, ellos os proporcionaran el mínimo de plazas públicas exigidas para que lo podáis justificar en prensa y a correr.

Representantes del Ayuntamiento de Ibi
A sus ordenes. Donde comemos?