irak.jpg«En este momento la situación de Irak es menos difícil que en tiempos de Sadam Husein. La gente puede participar en elecciones, puede hablar libremente, hay libertad en el país y existe la posibilidad de establecer una democracia, hay más seguridad», opina Aznar, que no ha visitado Irak desde diciembre de 2003.
El ex presidente defiende la guerra cinco años después, pese a los 80.000 muertos
El 16 de marzo de 2003, José María Aznar, entonces presidente del Gobierno español, aterrizó en las islas Azores para participar en una reunión y hacerse una foto. La reunión duró una hora y la foto dio la vuelta al mundo. Junto a George Bush, presidente de Estados Unidos, y Tony Blair, primer ministro británico, apoyó públicamente la decisión de ignorar a las Naciones Unidas e invadir militarmente Irak. Cuatro días después comenzaron a caer las bombas sobre Bagdad.
En el quinto aniversario de esa fecha, el ex presidente considera que la situación es «muy buena» en aquel país. Para matizar, reconoce que «no es idílica». Al día siguiente de esta declaración, 52 personas murieron en un atentado suicida en la ciudad de Kerbala.
José María Aznar fue entrevistado el día 16 para un especial de Radio 4 de BBC sobre la invasión de Irak. En la entrevista, recuerda la reunión «con especial intensidad, porque era un momento trascendental para el mundo y para la gente». Fue «muy simple, muy corta y muy tranquila», dice Aznar en inglés. «Después hubo una cena en la que hubo más tiempo para hablar de diferentes cuestiones».
De aquella reunión Aznar recuerda una «relación personal muy fuerte». ¿Entre usted y Bush o entre usted y Blair? «Los tres», aclara pausadamente. Albergaban «la convicción muy seria de que teníamos razón, que actuábamos en beneficio de mucha gente, que teníamos que adoptar una decisión muy difícil, pero era nuestra responsabilidad».
Desde la invasión han muerto entre 80.000 y 90.000 civiles iraquíes, según recuentos independientes, y un millón según algunas proyecciones. Cuatro millones y medio de personas han abandonado sus casas. Hay al menos un 60% de paro. Más del 40% de la población está en el umbral de la pobreza extrema. Seis millones de personas sobreviven gracias a la ayuda humanitaria, el doble que en 2004. El 70% de la población no tiene agua potable.
Así ve Aznar la situación actual: «El mundo está mejor sin los talibanes y está mejor sin Sadam Husein. ¿Han desaparecido todos los problemas? No, simplemente está mejor».
¿Incluso siendo la situación muy difícil para la gente normal en Irak?, le preguntan. «En este momento, es cierto, pero es menos difícil que en tiempos de Sadam Husein. La gente puede participar en elecciones, puede hablar libremente, hay libertad en el país y existe la posibilidad de establecer una democracia, hay más seguridad», opina Aznar, que no ha visitado Irak desde diciembre de 2003. «No es una situación idílica, pero es una situación muy buena».
Aznar, presidente de honor del Partido Popular, declaró que de plantearse la cuestión hoy, «actuaría de igual modo». «Aunque fue un momento difícil para mí, mi convicción, mi conciencia y mi mente están limpias». La decisión de invadir Irak fue «la decisión correcta», añadió.

irak2.jpg Para ampliar la foto pincha sobre ella: advertencia, puede herir la sensibilidad.

Bush: «La guerra en Irak es justa, noble y necesaria»
«Expulsar a Sadam del poder fue una buena decisión», asegura el presidente de los EE UU en un discurso en el Pentágono para conmemorar el quinto aniversario del inicio de la guerra
Pese a las miles de muertes -muchas de ellas, 4.000, de soldados americanos-, la interminable retahíla de atentados, venganzas sectarias y destrucción, el presidente de EE UU, George W. Bush, sigue manteniendo que la decisión de invadir Irak para derrocar a Sadam Husein e iniciar una guerra que aún sigue fue la «correcta». El presidente ha ofrecido un discurso en el Pentágono para conmemorar el quinto aniversario del comienzo de la guerra, el 29 de marzo de 2003, en el que reconoce el coste económico y humano de la guerra, pero subrayando que los «éxitos que vemos en Irak son innegables». Para terminar, ha sentenciado que la batalla que libra EE UU en Irak es «justa, noble y necesaria».
Bush ha reconocido que es legítimo el debate sobre un conflicto que ha costado a EE UU cientos de miles de millones de dólares y miles de bajas. «Tras cinco años en esta batalla, hay un debate comprensible sobre si mereció la pena ir a la guerra, sobre si merece la pena la victoria o si podemos ganar. Las respuestas están claras para mí: expulsar a Sadam Husein del poder fue una decisión correcta y esta es una batalla que América puede y debe ganar».

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