24 de noviembre de 2017
La violencia de género es la manifestación más brutal de la desigualdad existente entre mujeres y hombres. Al año son decenas las mujeres que mueren asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, 44 en lo que va de 2017, y miles las que son maltratadas, humilladas o insultadas en su vida diaria. Sin embargo, desgraciadamente las mujeres no son las únicas víctimas de esta lacra. ¿Qué sucede con sus hijos e hijas?
La reforma de la ley de Protección a la Infancia y a la Adolescencia (2015) aprobada por el Congreso de los Diputados les señala como víctimas directas, junto con sus madres. Además, esta misma reforma establece el derecho del menor a ser escuchado. Algo que por desgracia no sucede en muchos casos y que no debemos permitir nunca más. Los y las menores tienen voz, y sus declaraciones han de ser vitales en este tipo de casos porque los niños no tienen la necesidad de mentir, sino todo lo contrario. Si no les escuchamos ni les tenemos en cuenta, ofreceremos una visión sesgada de la situación que no debemos tolerar.
Por eso, en una semana tan importante con este en la que conmemoramos el 25 de noviembre como el día internacional contra la violencia de género, quiero dedicarle gran parte de mi atención en estas líneas. Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad hasta el 14 de noviembre han sido 8 los y las menores que han sido asesinados por esta terrible lacra, el mismo número que la suma de 2014 y 2015.
¿Qué tenemos que hacer para que esto no siga sucediendo en nuestro país? Para intentar dar algo de luz a esta pregunta, que no me cabe la menor duda de que mucha gente se hará, esta semana he estado conversando con dos de las grandes referentes actuales de la lucha por la igualdad del Partido Socialista en nuestra tierra y en España.
Para la diputada de Les Corts y secretaria de igualdad del PSPV, Rosa Peris, estos son actos de “perversión brutal” y una absoluta vuelta de tuerca de la violencia de género dado que estos no consisten en matar a la mujer, sino a lo que “más quiere”, sus hijos. Por eso, este “estado de extrema violencia” tiene que ser abordado de inmediato con acuerdos como el Pacto Valenciano o el Pacto de Estado contra la violencia de género, que son los primeros pasos para lograr un cambio del paradigma en nuestra sociedad.
Sin embargo, Peris afirma que esto no es suficiente. Hay muchas cosas que cambiar. Porque asegura que cuando una mujer que denuncia es asesinada, algo no está funcionando, como pasó en Elda. El sistema ha fallado. O cuando alguien sigue asesinando a su hijo o hija con la maldad de hacer daño a su mujer o exmujer, algo no va bien, como pasó en Alcira.
El sistema tiene que ayudar a las víctimas de manera real. Cuando una mujer denuncia es porque se siente maltratada, acosada y hay que protegerla para que pueda seguir viviendo su vida sin miedo. Sin tener que mirar atrás cuando va caminando, sin tener que darse la vuelta en las esquinas por las noches. No, ya está bien. Hagamos lo que tenemos que hacer y cambiemos la situación desde la raíz.
Para la secretaria de igualdad federal del PSOE, la exministra Carmen Calvo, “el machismo es incompatible con la democracia” y por tanto, es responsabilidad del Estado poner fin a esta devastadora lacra social. Por otra parte, la exministra también quiso poner en valor la necesidad de proteger los derechos de las mujeres pero también los de sus hijos e hijas porque ellos y ellas también forma parte directa del terrorismo machista y no se les puede dejar olvidados. Porque como ella misma afirma: “No hay avance humano, sin la igualdad entre hombres y mujeres y sin el respeto a todos nuestros derechos y libertades”.
Muchos menores pueden estar sufriendo este tipo de violencia en sus hogares y tienen miedo. Miedo no solo de sufrir en sus propias carnes un acto tan brutal como este, sino de que su mamá sea agredida o insultada por su progenitor. Pero por desgracia, en ocasiones esto no acaba aquí. Hasta el 10 de noviembre, 23 menores han quedado huérfanos víctimas del machismo ¿Y quién nos puede asegurar que los hijos de nuestra vecina, nuestros primos y primas o nuestra amiga no están pasando por una situación así? Desgraciadamente nadie.
Es duro, pero aquí se refleja la terrible situación que viven muchas familias en nuestro país. Y está en nuestra mano ayudarles a salir. Por eso peticiones como la de Patricia Fernández (Explicad cómo ayudareis a los niños/as de la violencia de género) realizada a través de change.org, que cuenta con más de 190.000 firmas, son tan importantes para la concienciación ciudadana. Ella, su madre y su hermano son un claro ejemplo de valentía que demuestra que hay salida a la violencia de género. Nunca es fácil, de eso no hay duda, pero en nuestra mano está ponerles el camino algo más sencillo con leyes que les protejan, y no que les desamparen. Dándoles voz y no dejándolos mudos sin poder contar la verdad. Eso, precisamente eso, es lo que reivindica Patricia en su petición. Los niños también cuentan, no les dejemos nunca de lado. Por eso y por otras muchas razones que no están relacionadas con este artículo, os animo a firmarla y a no dejar que vuelvan a haber más historias como la de Patricia. Luchemos por acabar con esto. Yo estoy en ello ¿Y tú?
Rubén Martínez Ribera.
Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Enlace de la petición de Patricia Fernández: