13 de diciembre de 2016
El PP de Ibi se vuelca en contra del nuevo proyecto de educación bilingüe que propone el gobierno valenciano, afortunadamente gobernado desde los últimos comicios por PSOE y Compromís.
La moción que presentaron en el pasado pleno para instar al gobierno valenciano a que retire dicho proyecto, no tiene por dónde cogerla. Es muy posible que, por el tono agresivo y despectivo, incurriendo en muchas contradicciones, no quisieron ni leer la exposición de motivos de la moción. La portavoz del grupo, María Amparo Pina, dijo algo así como que “Si se pone tanto empeño en estudiar en valenciano, igual no se aprende bien el castellano, y se aprenderá todo mal”. La derecha valenciana sigue pensando que el valenciano no es muy importante en la educación, debe ser por aquello de que “En casa con piano no se habla valenciano”. Frases que decían los personajes de los sainetes de principios del siglo pasado donde los personajes de las clases bajas hablaban siempre en valenciano, mientras que los miembros de la burguesía o todo aquel que tenía una voluntad de aparentar más riqueza y educación, hablaban un castellano plagado de valencianismos y de incorrecciones.
De sobra saben los concejales del PP ibense que el nuevo gobierno valenciano lleva desde meses recogiendo las aportaciones de técnicos y profesionales de colectivos, instituciones y universidades para proponer el mejor de los programas educativos. Pidiendo informes y colaboración. Pero ahora el eslogan del PP frente a las políticas del nuevo gobierno valenciano es “precipitación y falta de consenso”. Lo cierto es que esas políticas educativas que ha impulsado y aprobado el gobierno valenciano han recuperado el objetivo principal en la que deben basarse todas las políticas educativas, una educación pública de calidad. La bajada de ratios en las aulas, las convocatorias de plazas para docentes, la recuperación de las becas para los alumnos/as, la Xarxa de llibres, entre otras medidas. Con más o menos precipitación, no pueden negar que la cosa ha cambiado y mucho.
El próximo cambio para conseguir una educación de calidad es esta propuesta educativa, un sistema bilingüe dinámico, como en muchas partes de Europa, que pretende potenciar el bilingüismo, como puente hacia el conocimiento del inglés. Apostando por la inmersión lingüística y la enseñanza en valenciano como el modelo óptimo para dominar las dos lenguas oficiales y aprender inglés.
Y lo más importante es que el gobierno valenciano cuenta con que hay que formar al profesorado para dar la talla y estar a la altura de lo que nuestra lengua y nuestros hijos e hijas merecen.
A la altura debería de estar el PP en estas cuestiones. Las voces que andan siempre por encima del agua solo apelan al consenso, sin entrar a estudiar y comparar los distintos proyectos educativos, ya sea a nivel autonómico o estatal. Mucho me temo que estamos muy lejos unos de los otros para consensuar modelos educativos.
Empezando por la lengua y acabando por la religión.
Susana Hidalgo