3 de septiembre de 2015
El 26 de agosto de la pasada semana el Consejo Federal de Igualdad del Partido Socialista aprobó un decálogo social, político e institucional contra la violencia de género. 10 medidas que tal y como dice la portada del propio acuerdo son para conseguir una sociedad libre de violencia contra las mujeres.
En la reunión, presidida por el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, y la Secretaria de Igualdad del partido, Carmen Montón, se llegó al convencimiento de que la violencia de género no es un problema de ámbito privado, sino todo lo contrario. Este problema es uno de los mayores símbolos de desigualdad de una sociedad. Para podernos considerar una sociedad decente, segura y avanzada, el primer paso es poner fin a esta lacra social que no solo afecta a las mujeres asesinadas y a sus familias, sino que la violencia machista es un problema social ya que nos afecta a todos directa o indirectamente.
Ante la desgarradora cifra de 26 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas desde principios de año hasta el 28 de agosto el Gobierno de Mariano Rajoy no se ha dignado a hacer nada por parar esta situación. Más preocupante es, si cabe, que más de la mitad de estos sucesos han ocurrido durante el verano, siendo así el más trágico desde 2010.
Cierto es que desde que se aprobó la ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género del gobierno de Rodríguez Zapatero hemos podido observar un descenso de las mujeres asesinadas. Esta ley, reconocida como una de las mejores leyes de lucha contra la violencia de género, es una buena ley porque ofrece un espléndido marco legal para prevenir, perseguir y castigar la violencia machista.
Desde el 2003 hasta abril de 2015 han sido 775 mujeres las que han sido asesinadas. Son cifras verdaderamente alarmantes. Casi 800 mujeres a las que la ley del 2004 no les ha salvado la vida. Es por eso que es necesario este acuerdo que ha aprobado el PSOE, un decálogo con el que se quiere “construir una sociedad segura y libre de violencia contra las mujeres”.
La primera medida de este decálogo es recuperar suficientemente las partidas presupuestarias destinadas a la prevención y asistencia social de las víctimas. El Gobierno ha dejado de lado esta y otras muchas partidas sociales para aumentar los gastos en defensa, por ejemplo, un incremento totalmente injustificado, irracional e innecesario.
En segundo lugar cabe destacar la importancia de crear la Unidad de Coordinación contra la Violencia de Género en todas las comunidades. La tercera medida de este decálogo es la creación de un fondo de apoyo a los ayuntamientos. Una medida más que necesaria para que los servicios sociales municipales y los centros de la Mujer puedan seguir desarrollando sus funciones atendiendo y protegiendo a las víctimas y a sus familias.
La cuarta medida de este documento es poner en marcha el Acompañamiento Judicial Personalizado en los Juzgados Especializados en Violencia de Género para hacer mucho más fácil la llegada de información a las victimas sobre el itinerario y el procedimiento más seguro en su recorrido judicial.
Por otra parte, el PSOE ha aprobado en este decálogo la necesidad de establecer protocolos de intervención específicos a todas las mujeres que han retirado las denuncias por violencia de género. Muchas veces su retirada significa la indefensión de la mujer ante su pareja o expareja. La pregunta que nos debemos hacer en estos casos es ¿Por qué ha retirado la denuncia? ¿Habrá sido por su propia voluntad, o quizás porque esté sometida a coacciones o amenazas de otras personas?
Otra de las medidas de este acuerdo es el compromiso de activar de forma permanente el Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género. Por otra parte, la séptima medida y una de las más importantes para poder acabar con el terrorismo machista es la incorporación de formación específica en Igualdad, educación afectivo-sexual y de prevención de la violencia de género en todas las etapas educativas. Me voy a permitir hacer hincapié en esta medida dada la importancia que considero que tiene la misma. Todos y todas sabemos lo importante que es la educación para llegar a vivir en una sociedad mejor. Desde pequeños se nos educa en una serie de ámbitos para lo que nuestros antepasados decían llegar a ser una persona de provecho. Pues bien, desafortunadamente, parece ser que la igualdad y la educación sexual no son importantes para serlo. Siento decir que la gente que piensa eso está muy equivocada. Los niños y niñas deben saber desde pequeños que la diferencia de sexo no nos hace diferentes.
Afortunadamente, hasta hace unos meses, hemos tenido en el currículo educativo una asignatura que sentaba las bases de este proyecto, Educación para la Ciudadanía. Pero el Gobierno del PP con el señor Wert al frente de educación, hasta hace poco, ha preferido en su ley educativa eliminar esta asignatura para darle más importancia a la religión. Esa que no da ninguna importancia, ni siquiera hace mención a algo imprescindible como es la Igualdad. Sin duda queda totalmente demostrado que este Gobierno simplemente se ha ceñido a proponer y a aprobar medidas partidistas y electoralistas, como hemos podido ver con la Ley del Aborto o la misma LOMCE.
Desgraciadamente, como he señalado anteriormente, los datos son muy alarmantes. Y es que de todas las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas este año, el 26,9% tenían entre 21 y 30 años, y justo la mitad tenían menos de 41. ¿Qué significa esto? Que los y las estudiantes de este país siguen sin recibir una educación basada en la igualdad y en la lucha contra la violencia machista y en la que se hable de cosas tan sumamente naturales y normales como son las relaciones sexuales y la importancia de utilizar precauciones para evitar las ETS.
¿Se necesitan más motivos para ver la importancia de la igualdad en la educación? Sinceramente, creo que no.
Pero las mujeres asesinadas y maltratadas no son las únicas que sufren los estragos de la violencia machista. En la gran mayoría de ocasiones tienen hijos; niños y niñas que se quedan sin padre y sin madre a la misma vez; sin madre porque ha sido asesinada, y sin padre porque en la mayoría de ocasiones éste es el culpable del delito y entra en prisión.
En los últimos tres años 107 niños y niñas han quedado huérfanos, 24 en lo que va de año. Sin duda, no hay palabras para describir qué sentirán esos pequeños y esas pequeñas cuando se les dice que no van a poder ver nunca más a su mamá. Pero desgraciadamente, en algunos de los casos por violencia machista, las mujeres no son las únicas asesinadas, en los últimos tres años han sido 11, hasta el mes de agosto de 2015, los niños y niñas que también han sido asesinados junto a sus madres. Es por eso que para proteger a esos niños y niñas es necesario poner en marcha un Plan integral para prevenir, proteger y reparar el daño a menores víctimas de violencia de género y esa es la octava medida de este acuerdo.
Para ir acabando con el desglose de estas diez medidas, vamos ahora con otra importante para los procesos judiciales. El noveno punto del decálogo habla de la obligatoriedad de que tanto los magistrados, como los abogados, forenses y los equipos psicosociales que intervengan en los juzgados especializados en violencia de género demuestren formación específica en este ámbito.
Finalmente, la última medida de este acuerdo es referente a los cambios en la ley de 2004. Ante la terrible situación que estamos viviendo de mujeres asesinadas por violencia machista es necesario ampliar los supuestos en esta ley ya que la violencia de género no existe solamente dentro de la pareja sino que va mucho más allá. Quizás no sepamos que la trata o la mutilación sexual femenina también son ejemplos de violencia machista pero a diferencia del resto, éstas no están incluidas en la actual ley de violencia de género. Toda agresión sexista ha de ser considerada en cualquier caso como un ejemplo de terrorismo machista.
Después de este desglose y de los datos que se acaban de proporcionar queda totalmente demostrada la necesidad de poner en marcha este acuerdo. Tal y como afirmó la responsable de Igualdad del partido, Carmen Montón, en la rueda de prensa posterior, no se puede perder más tiempo, se han perdido ya cuatro años, un tiempo muy valioso para las mujeres maltratadas y asesinadas y para sus familias. ¡Ya está bien de violencia machista! Desde aquí pido a Mariano Rajoy que se unan a este acuerdo que se acaba de presentar para poder construir un pacto de estado contra la violencia de género, un pacto imprescindible para acabar con esta lacra social y poder avanzar en esta sociedad.
La violencia de género no es una cuestión de ideologías o de partidos, sino que para muchas mujeres es una cuestión de vida o muerte. ¡Basta ya de menospreciar este problema! Para el PP, esto que acabamos de presentar aquí son simplemente cifras, pero para el resto de españoles y españolas son vidas de mujeres perdidas, son personas que por el mero hecho de ser mujeres han sido cruelmente asesinadas. Sí, ASESINADAS, que no intenten esconderlo. ¡Ni una más!
Rubén Martínez Ribera