Por Arturo Doménech García
Pasan los días y asistimos con vergüenza a la penosa situación de que ni nuestra Alcaldesa ni la ex amiguita abren la boca, esas mismas boquitas que hace unas semanas echaban pestes una de la otra. Vemos que todo aquello que se pregonaba inconfesable, todas aquellas situaciones irregulares que se denunciaron, todas aquellas presuntas coacciones de técnicos a constructores, en general todas aquellas presuntas ilegalidades que se achacaron una a la otra, ahora parece que se han esfumado y que incluso, a lo mejor, todavía se van de copas juntas.
Pues muy mal, señoras, no me mueve ninguna intención de que se tiren de los pelos, lo que me parece una total desvergüenza es que quieran engañar a todos los ciudadanos de este pueblo, que a juzgar por este comportamiento tan cobarde de la Sra. Parra y la Sra. Peñalver, entre otros, hacen que a todos los ciudadanos se nos quede cara de tonto.
Pero afortunadamente sólo es una sensación, porque verdaderamente los ciudadanos de este bendito pueblo de tontos no tienen nada, y exigen respuestas, respuestas claras e inmediatas.
Lo que está claro es que una de las dos miente, aunque lo más probable es que mientan las dos, y si alguien miente de forma tan descarada, por decencia política, debería asumir las consecuencias y desaparecer de la escena política de este pueblo
Después del bochornoso espectáculo que han protagonizado, lo mínimo que deberían hacer es lavar, primero que nada, la imagen de Ibi y luego la suya, pero mucho me temo que en su ineptitud lo único que van a hacer es “darle un agua”, porque intención de que los ciudadanos sepamos la verdad no tienen ninguna.
No sé qué va a ser de esa tan cacareada Comisión de Investigación, visto lo visto no hace falta ni que la hagan, porque en tres semanas ni se ha constituido y con la representatividad que se va a formar, más vale que ese tiempo lo empleen en otros menesteres, que va a dar igual.
Decía el Sr Agüera que el Grupo Municipal Socialista había hecho una “circada”, ausentándose del Pleno en el momento de la votación para constituir la Comisión de Investigación, y siguiendo el símil circense que emplea el Sr Agüera, diré que en un circo hay trapecistas, malabaristas, contorsionistas, y también payasos, y sinceramente, los concejales del Grupo Municipal Socialista nos sentimos más identificados con los primeros, pues esto es lo que nos toca hacer para desempeñar nuestro trabajo en el Ayuntamiento.
Que hagan el favor de aclarar a la ciudadanía este asunto porque, parafraseando un conocido spot publicitario de un gran almacén de electrónica, podemos decir con rotundidad, “Ibi, ¡Yo no soy tonto!”
Siempre se ha dicho que UN TONTO JODE UN PUEBLO, y si además de tontos en vez de trabajar por lo que cobran, se van de copas, pues apaga y que se vayan yá.
Por cierto, ya está bien de amenazar a todo el mundo, la concejala de servicios sociales y otras cosas, les está diciendo a las Asociaciones que » o colaboran en lo que la organizan o va a tomar medidas como quitar las subvenciones. Es decir hay que ser solidarios porque ella lo dice y que no se vea el fracaso de su mala gestión, pero cuando las asociacioes organizan algo no tienen la decencia ni de hacer acto de presencia.
No oigo Radio Ibi, pero alguien me dice que no se hacen eco de las demandas del pueblo de aclaraciones a todas las acusaciones que se están produciendo. Siempre dicen que los medios de comunicación públicos sirven al partido en el poder, pero cuando el que manda es el PP, la cosa pasa de castaño oscuro. En Canal Nou no sale nada sobre las acusaciones de corrupción contra Camps y su equipo. En Ibi nos han quitado hasta la tele. Seguro que sí la contratan para inauguraciones con la Sra. Alcaldesa y otros actos de propaganda.
Por cierto que hoy me entero que para inaugurar la Semana Solidaria se ha contratado a Jaúregui y después hay un vino de honor. ¡Toma solidaridad y acuerdo entre todos los partidos para ser austeros ante la crisis! Será que los que necesitan solidaridad son los que se van a tomar el vino, en vez de los colectivos en apuros. El canapé que pagan con mis impuestos que lo manden a Etiopía.