22 de noviembre de 2013
Si bien este fin de semana las calles estaban abarrotadas por la gran afluencia al mercado medieval, estoy seguro que en ningún momento me crucé con el desaparecido Sr. Camps.
Hace unos días, nos enteramos por prensa que el Juzgado de Palma no pudo localizar, ni en su domicilio, ni por teléfono, a Camps, para comunicarle que el domingo tenía que declarar ante el Juez Castro dentro del caso Nóos. Finalmente, y pese a la insistencia de los funcionarios del juzgado, hubo que aplazar la declaración ya que estaba “missing”. Sorprende que Camps haya reaparecido sorprendido y alegando que estuvo en su casa y que nadie le había llamado.
Ya es grave que los máximos responsables del Partido Popular, el Sr. Rajoy a nivel nacional y el Sr. Fabra en la Comunidad Valenciana, sigan manteniendo en su escaño de diputado y cobrando un sueldo público a Camps, el hombre que ha arruinado y endeudado para décadas a la Comunidad Valenciana y que está inmerso en la mayor trama de corrupción en la historia de España, pero el colmo es que le permitan burlarse de la justicia y de la policía, tal como lo hizo de los ciudadanos valencianas durante más de una década. La (nueva) mentira de Camps se destapa cuando la policía declara que le llamaron repetidamente y fueron a su domicilio en varias ocasiones. Esta actitud es impresentable e inaceptable y más si cabe de un cargo público. Para Alberto Fabra esto no es una actitud censurable, lo que demuestra la catadura moral y la altura de miras del actual presidente de la Generalalitat. Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que al Sr. Fabra también le parece normal que el 85 % de los diputados del Partido Popular firmen una petición de indulto para el exalcalde de Torrevieja Pedro Hernández Mateo, juzgado y condenado por prevaricación y falsedad documental. Por otra parte es normal que estos diputados valencianos pidan el este indulto, ya que la mayoría de ellos están imputados en casos de corrupción similares.
Esta forma de actuar del Partido Popular, saltándose a la torera el código ético que ellos mismos se impusieron, nos hacen ver que dicen una cosa pero siempre hacen justo lo contrario cunado llega el momento de la verdad y que para ellos prevalece el amiguismo y la impunidad ante hechos delictivos, frente a los intereses de los ciudadanos.
En definitiva, ha cambiado el Presidente de la Generalitat pero a la hora de la verdad, todo sigue igual. Esperemos que en Ibi no pase igual.
Alberto Hernández
Quieres decir que vamos a ver a Maite Parra mucho por nuestras calles?. Sinceramente creo que nada de eso. Va a pasar igual que con el Sr Camps. Una vez destronada y habiéndose marchado por la puerta de atrás difícilmente la vamos a ver colgándose del cuello de «sus» ciudadanos.
Si no me falla la memoria, Agüera hizo un numerito parecido cuando le buscaba el juez. Se publicó un artículo que decía «la guardia civil busca un edil».
Debe ser un truquete de los gaviotas más jetas de la historia.
Pero tranquis, no les pasará na de naaaa