Por Antonio Martos
Ya se ha hecho pública la crisis interna del Partido Popular en Ibi. Una crisis que no viene del Congreso Provincial de este partido sino de mucho tiempo atrás.
Una fractura interna que no es debida a temas profesionales de alguna concejala, como ya dijimos en su día, sino a formas de actuar y decisiones políticas nada claras, avaladas por Mayte Parra y algunos concejales de su equipo de gobierno.
El Sr. Agüera, en su línea de desviar la atención ciudadana, se atreve a hablar de las demás formaciones políticas, principalmente del Partido Socialista, para tapar sus vergüezas. ¿Esta es la democracia interna del Partido Popular?
Por el simple hecho de que una persona apoye a uno de los dos candidatos de su partido que se han presentado en una contienda electoral, es expulsada, ya que, no comparte la opinión elegida por Mayte Parra y Miguel Ángel Agüera.
Considero que es una cortina de humo, una vez más, aprovechando la coyuntura, pero que la realidad es algo más profunda y mucho más preocupante.
Si la explicación se debiera sólo y exclusivamente a la decisión de votar a una de las dos opciones de su propio partido, estaríamos ante una dictadura pura y dura, muy alejada de cualquier tipo de democracia. Aunque tampoco es de extrañar ya que, Mayte Parra ha demostrado en multitud de ocasiones que para ella el sistema democrático, al que le debe la representación que ostenta, supone ordeno y mando, y que todo el mundo baile al son que ella marque.
Estas peleas internas nos podrían tener sin cuidado si en sus manos no estuviera el gobierno municipal y por tanto decisiones que afectan a todos los ibenses.
Es necesario que se conozca la verdad de esa fractura. ¿Qué discrepancias son las que ha provocado esta situación? ¿De qué manera la concejalía de Hacienda, que era el área que llevaba Felicidad Peñalver, tiene que ver con esta decisión? ¿No será que algunos miembros del equipo de gobierno no aceptaban el control del gasto que la responsable de Hacienda pretendía imponer?
¿En el fondo de esta situación no estarán las facturas de Intersa que nadie explica pero que esta empresa reclama al Ayuntamiento más de 40 millones de las antiguas pesetas por trabajos realizados en la piscina climatizada, adjudicados, si fueran ciertas, de manera poco claras, por no decir ilegal?
¿Las dificultades no estarán basadas en el gasto a manos llenas que algunas concejalas del equipo de gobierno realizan sin tener en cuenta el limite que les impone sus partidas?
El alumbrado público extraordinario que se pone en Ibi en fiestas y Navidad tiene que salir a concurso público para que todas las empresas del ramo que lo deseen puedan presentar sus ofertas y que sea elegida la que más ventajas ofrezca en un proceso abierto, transparente y en igualdad de condiciones y no elegida a dedo, como sucede hasta ahora.
El contrato de la televisión municipal, después de tres años de prórroga, que finalizaron “en julio de 2007”, siguió prestando sus servicios de manera ilegal hasta enero de 2009, impidiendo que otras empresas hayan presentado sus ofertas, tal como exige la ley de contratos administrativos.
¿Cuánto dinero le va a costar a las arcas municipales la decisión del equipo de gobierno en el caso de Santa Lucía y la Finca Barberá, que ellos y sólo ellos tomaron sin oir la opinión de los demás?
En fin, muchos interrogantes e irregularidades que Mayte Parra tendrá que explicar, sobre una crisis de gobierno que excede en mucho a las luchas internas de un partido.
No me fio ni de una ni de la otra. Las dos están «en barraqueta» esperando que la otra asome el morro. Tienen cartuchos sin gastar, seguro. Cuando empiecen a disparar habrá que ponerse a cubierto no vaya a salir un perdigón desviado.