«Hace diez años nos vendieron la moto de que, puesto que los hombres no habíamos sido capaces de hacer política como Dios manda, les tocaba el turno a las mujeres. Los hombres nos lo creímos y de ahí surgieron las famosas “cuotas” y otros inventos para llenar de nombres femeninos las candidaturas y cúpulas directivas. (…) Pero como, evidentemente, los años pasan y las mujeres no acaban de arreglar las cosas, había que dar un paso más… y aquí están los gays, lesbianas y transexuales, espontáneos lanzándose al ruedo de la política y pidiendo una oportunidad»
(Dimas Martín.Candidato del PP al Senado. Junio 2000)