Por Vicenç Navarro
El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos, además de en España. En EEUU el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.
Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EEUU y uno de los más influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos semejantes, por ejemplo, sobre el Presidente Zapatero, tales reportajes serían noticia. No así en el caso Emilio Botín.
Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado de tal banco suizo, despechado por el maltrato recibido por tal banco, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo a Emilio Botín y su familia, con grandes nombres de la vida política y empresarial (entre ellos, por cierto, el padre del President de la Generalitat, el Sr. Artur Mas).
Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos. Y una de las causas de que no se recojan es precisamente el fraude fiscal realizado por estos colectivos citados en el New York Times. El resultado de su influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos. En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa –según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total.
Es también conocida la intervención de autoridades públicas para proteger al Sr. Emilio Botín de las pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión realizada por la ex Vicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega, para interrumpir una de tales investigaciones. Pero el Sr. Botín no es el único. Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times con cierta ironía, “el Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal”. Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza admitió que “los ricos no pagan impuestos en España”.
Tal tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súper ricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Artur Mas, ha indicado que la subida de impuestos de los ricos y súper ricos tiene más un valor testimonial que práctico, pues su número es escaso. La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España (y en Catalunya), uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando.
Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el Banco Santander, que señala como causas de este silencio el hecho de que el Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos –aclara el Sr. Salvador Arancibia- “….medidas de enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una situación financiera muy delicada”. De ahí que tenga que agradecer al diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es lo que llaman “libertad de prensa”.
Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Matrícula de Honor para el profesor Vicenç Navarro en primer lugar, después para el New York Times, y desde luego a la Agrupación Local del PSPV de Ibi. Catarsis para el Socialismo Español, sin contemplaciones. Salut.
¿Con qué argumentos ni éticos ni intelectuales ni morales se pueden seguir sosteniendo la necesidad del rescate a la banca? ¿Que clase de secuestro democrático está viviendo la Sociedad?, y por último que puede hacer la Sociedad para contrarrestar este desequilibrio existente en la Justicia ? ¿Cuáles son las alternativas que ofrecemos los Partidos de Izquierdas?… Como dice el Profesor Navarro : Para irse del País y que el último apague la luz.
http://www.vnavarro.org/?p=7946
Aquí tenéis el enlace del blog del profesor Navarro en el que denuncia que ese artículo y esa lista que publicáis en su nombre, es una falsedad y una mezquindad. Este artículo que publicáis da asco.
No pensaba que desde el Partido Socialista se iba a usar la mentira y la indignidad para herir fraudulentamente a las personas, incluidos algunos socialistas.
Espero que rectifiqueis y pidáis perdon, lo cual os honraría, por esta infamia.
Estimado Juan:
Como podrás comprobar, hemos hecho las correcciones pertinentes y el artículo que aparece a partir de hoy domingo 28/10/12 es el original.
La única diferencia estaba en la lista de nombres, ya que en la anterior publicación aparecía un listado de personas supuestamente defraudadoras, y en el original solo nombra a dos personas e indica que entre el resto de personas se encuentran muchas que forman parte de la vida política y empresarial.
Por ello te agradezco la advertencia que ha hecho posible la corrección.
Como digo, todo lo demás coincide fielmente.
Coincidimos contigo en que el artículo da asco, ya que conocer que se recortan a la ciudadanía servicios básico por el fraude y la avaricia de los que más tienen, no merece otro calificativo.
Sin embargo, no comparto tu idea de que dicho error se haya cometido con ánimo de «usar la mentira y la indignidad para herir fraudulentamente a las personas, incluidos algunos socialistas» como tú dices. El error ha consistido en tomar el artículo, del que ya teníamos conocimiento, de la fuente equivocada.
Además quiero aclarar que desde el Partido Socialista de Ibi denunciaremos todas las práctica que nos parezcan indignas, inmorales o ilegales, afecten o no a personas de uno u otro partido.
Susana Hidalgo