Hablaba estos días con un buen amigo y coincidíamos ambos en que la situación que estamos atravesando, económicamente hablando, no deja de ser más que una autentica partida de Monopoli.
Los que hemos jugado a este interesante juego recordamos como lo que teníamos que hacer, si queríamos eliminar al contrincante, era hacernos ricos y más ricos, por supuesto siempre a costa del otro, a base de “esquilmarlo” al precio que fuese y por supuesto sin compasión y luciendo una risita asesina cuando le hacíamos probar las mieles de la ruina.
De lo que se trataba era de acaparar y acaparar sin tregua todo el dinero posible, y lo más gratificante era, al final, hundir al contrincante y a la Banca en la más absoluta ruina, es decir, de lo que se trataba era de quedarse con todo el dinero.
Para ello lo que había que hacer es comprar muchas calles, construir muchos hoteles y casas y luego esperar a que fuesen pasando por todas esas propiedades, pagando la correspondiente cantidad de dinero. Solo con pasar era suficiente para tener la obligación de pagar. Pues ahora, en la actual situación, es lo que está sucediendo, solo con levantarnos por las mañanas y pisar la calle ya nos toca contribuir y pagar a todos esos magnates que se hacen llamar “los mercados”. No hace falta que hagamos nada más, solo con respirar tenemos que contribuir a sanear a los bancos para que a su vez éstos contenten a los voraces especuladores que, como en el Monopoli, no pararán hasta que nos dejen sin un euro.
Hace falta dar un giro importante a todo esto, hace falta corregir todas esas injusticias, es urgente plantarse ya y decir “basta”. ¿Quién sanea nuestras cuentas?, ¿Quién nos soluciona nuestros problemas? Cuando la cosa se complicaba en el Monopoli y había un contrincante que había copado una zona y todo el que pasaba tenía que pagar, no había otra solución, había que pasar y pagar. La única solución en el Monopoli y en la situación real es, construir un puente por encima de todos ellos y pasar por encima, solo así podremos esquivarlos y demostrarles que podemos pasar sin ellos.
Todo lo que sea no hacer eso es alargar la agonía y vivir siempre en la incertidumbre y como se suele decir “jodidos pero contentos”.
Y yo me pregunto, aunque por ideales me duela mucho hacerlo…. ¿ Por qué no construísteis ese puente cuando estábais en el gobierno? Al gobierno Socialista de la nación me refiero.
Hola Jesus.
Te habras fijado en mi articulo que no hablo de ningun gobierno, ni el de antes ni el de ahora. Estoy convencido que eso es lo de menos. Hace falta un punto de inflexion a partir del cual quede claro quien manda o por lo menos quien debe mandar y eso lo tiene que hacer la propia sociedad que es la que tiene que obligar al gobierno de turno. En todo caso muchas gracias por tu comentario.