Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón desde hace 21 años, y del PP regional, movió entre 1999 y 2004 cerca de 15 millones de euros a través del centenar de cuentas bancarias en las que figura como titular o autorizado y que investiga el juzgado número 1 de Nules y la Fiscalía Anticorrupción a partir de una denuncia por delito contra la salud, según los extractos bancarios que obran ya en el sumario. Al menos seis millones de dichos ingresos carecen de justificación, según la investigación. Una buena parte de los ingresos son aportaciones que, de momento, resultan opacas para los investigadores, ya que proceden de cheques o ingresos en metálico. Esto impide saber quién le pagó y a cambio de qué, justo la tarea que ahora se investiga con la actual requisa de documentación en 23 bancos.
Los 15 millones de euros ingresados en cuentas de Fabra contrastan con sus ingresos oficiales declarados, 73.000 euros en 1999, según el informe de la Agencia Tributaria. Los movimientos de dinero suponen más de 30 veces sus ingresos oficiales.Por ese ejercicio, Hacienda ya le imputó un delito fiscal debido a que ocultó más de 800.000 euros que ingresó aquel año. La suma de 15 millones de euros que se deriva de la documentación en poder del juzgado sólo es el reflejo de las cantidades que han circulado por sus cuentas, y no incluye el resto de su patrimonio, según fuentes conocedoras de la investigación, en la que participan expertos de Policía y Hacienda. Este balance podrá afinarse cuando se conozca la documentación bancaria que ahora se ha requisado y se esclarezca el origen de todos sus ingresos.
Hay un punto que simplifica la investigación y complica la vida de Fabra: en la medida en que él declara tener como única fuente económica su sueldo oficial de presidente de la Diputación castellonense, y niega tener empresas, cualquier ingreso que aflore tiene amplias posibilidades de ser un dinero opaco al fisco y perfilaría el origen real de su patrimonio, que incluye dos costosas viviendas en Madrid.