Flores y cruces para los caídos

Por Gonzalo Milla Tebar
Las personas que aún vivimos y que, por desgracia, sufrimos la maldita Guerra Civil, no comprendemos que haya políticos que apoyen guerras, sabiendo las heridas que dejan, heridas que jamás cicatrizan y esto último lo digo por experiencia.
Los españoles que sufrimos esos tres años de guerra, en la que en los dos bandos se cometieron barbaridades, y vivimos para contarlo, tuvimos que sufrir algo más doloroso y abominable aún; la postguerra. Los vencedores no supieron perdonar y, en nombre de Dios y la Patria, torturaron a hombres y mujeres en cuarteles y campos de concentración. A muchos los fusilaron como si de animales se tratara. Ante tanto horror, la iglesia se limitó a “preparar las almas” de los presos que serían fusilados al día siguiente.
Todos sabemos que los “caídos por Dios y la Patria” han tenido flores y cruces en sus tumbas durante cuarenta años, han tenido homenajes e incluso monumentos. Pero hay más caídos, los que murieron defendiendo la “otra España”, a la que sin duda querían, españoles con hijos, maridos y esposas. A estas personas se les ha considerado durante cuarenta años como salvajes, sin lápidas, sin nombre, sin ningún reconocimiento oficial, y en muchos casos, sin saber siquiera dónde descansan sus cuerpos. Setenta años después ya es momento de reconocer que también eran hijos de Dios.
Ahora, cuando un gobierno decide por fin que se les reconozca, salta el Señor Rajoy, nieto de un Republicano, y lo califica de medida “para volver a abrir la herida”. Sr. Rajoy, no se puede volver a abrir una herida que nunca se ha cerrado. Aquellos que no saben dónde están sus muertos nunca lo han olvidado. La forma de cerrarla definitivamente pasa por que todas estas familias puedan saber donde están enterrados sus seres queridos, hijos que vieron como metían por la fuerza a sus padres en un camión y nunca más volvieron, ni sus cuerpos. ¿Qué dirían mis abuelas, que perdieron cada una dos hijos y murieron sin saber dónde estaban enterrados?, nunca pudieron ponerles una flor, ¿qué creen que dirían si les preguntaran si quieren saber dónde están sus hijos?
Los españoles debemos luchar por la Paz, para que ningún golpista nos vuelva a someter a otra dictadura que nos prive de la libertad.
Dictadura, la palabra ya lo dice, aquellos que no están de acuerdo con lo dictado son perseguidos, encarcelados o algo peor. Desde aquí debemos solicitar una reparación y dar un rotundo NO a todo tipo de dictadura, de derechas o de izquierdas.
Trabajemos por la Paz, para que nuestros hijos y nietos no sufran lo que nosotros hemos sufrido.