8 de mayo de 2019
Vistas las noticias relativas a las próximas Elecciones municipales, se diría que el Partido Popular no se presenta a dicha cita por carecer de candidatos a alcaldes.
El hecho de que Albiol, alcaldable por Badalona, se decidiese a esconder las siglas del Partido Popular en la campaña electoral municipal, parecía un acto de rebelión. Ahora “La marca es García Albiol” -dice-. A él siguió el candidato, también popular de Alfafar, quien manifestó la misma intencionalidad.
Días después, el Partido Popular ya informó públicamente que “sacrificaría” su nombre en la campaña, a favor de los candidatos que prefiriesen mostrar cercanía, proximidad.
Luego no ha sido una rebelión. Es una estrategia. Una estrategia a la que se ha sumado Rafael Serralta, actual alcalde que se postula de nuevo para el cargo, indicando que su “marca es Ibi”.
Es lícito, por supuesto, pero que no nos vengan con milongas. Hay muchos motivos para ocultar al Partido Popular, condenado por corrupción. Esto no es ni más ni menos que la “operación chapa y pintura”, un maquillaje para ocultar la realidad.
Hay que suavizar si no se pueden olvidar los sobres en “b” y los pagos de reformas en “b”; hay que mirar para otro lado con los desmanes en la Comunidad Valenciana con los tres expresidentes, varios consellers y numerosos diputados y colaboradores del Partido Popular imputados/investigados por corrupciones diversas; pero sobre todo, y eso cuesta más de olvidar porque es demasiado reciente, el pacto del Partido Popular con la extrema derecha.
En Andalucía lo han llevado a cabo, veremos como terminan; aquí en nuestra comunidad ya habían dado el “vist i plau” a una alianza como la andaluza. No contaban con la madurez de los electores.
Para tapar sus vergüenzas sacrifican su identidad y hacen un guiño a la cercanía, a la proximidad, sin saber que en ella también hay asuntos que “maquillar”.
Ocurre que Rafael Serralta en la cercanía o proximidad, también ha de pasar por el gabinete de maquillaje para que no se recuerde que ha formado parte de un gobierno local en el que, día sí y día también, había ceses y dimisiones relacionados con turbios asuntos. Pese a las más que evidentes indicios de corrupción, él y sus compañeros entraron a formar parte de la candidatura del PP sin tan siquiera pestañear.
Serralta también inició una Comisión de investigación sobre las “gestiones opacas” de su partido en Ibi, la cual no llegó a ninguna conclusión y que solo sirvió para marear la perdiz mientras el tiempo pasaba y los hechos prescribían.
Para terminar, sólo recordar que “la marca Ibi” no es propiedad de Rafael Serralta –ni del oculto Partido Popular-; “la marca Ibi” es la de todos y cada uno de los Ibenses y por tanto, también de todos los partidos representados en el consistorio; sin excepción.
Puedo asegurar que desde el PSOE seguiremos trabajando por Ibi, y lo haremos con nuestros ideales, de los cuales no renunciamos ni nos avergonzamos.
Vicente Bernabeu Brotóns
