01 de diciembre de 2017
La Unión Europea viene concediendo cuantiosas ayudas para la revitalización de los entornos urbanos, al considerarlos como elementos dinamizadores de la economía y núcleos de creatividad, innovación y servicios.
Por esta razón, desde el Ayuntamiento de Ibi decidimos optar a este tipo de ayudas, que en ningún caso van dirigidas a realizar obras faraónicas, sino a actuaciones que sirvan para dinamizar zonas degradadas que se van deshabitando, como es el caso de nuestro casco antiguo. Incomprensiblemente el grupo Cambiemos Ibi+Compromís ha votado en contra de esta iniciativa, limitando las opciones de Ibi, ya que la unanimidad del acuerdo es algo muy valorado desde Europa a la hora de conceder estas ayudas. A día de hoy, después de dos intentos fallidos, volvemos a solicitar los fondos por tercera vez. Es positivo que insistamos, pero pese a esto deberíamos trabajar más en clave interna, intentando conseguir esa unanimidad tan importante.
Otro tema a mejorar es conseguir la participación ciudadana en este y todos los procesos de definición estratégica local, haciendo posible que los ibenses sean protagonistas activos del devenir del municipio y no meros espectadores.
El Ayuntamiento de Ibi puso en marcha en 1992 el Plan Estratégico y Local, un ambicioso proyecto para el desarrollo económico y social del municipio, en el que ya se contemplaba la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones. Para este fin se crearon los Consejos ciudadanos, que tan buen resultado dieron: instituciones, agrupaciones, trabajadores y empresarios, debatiendo y aportando para guiar el desarrollo de Ibi. En 2003, con la llegada del PP al gobierno local, estos Consejos cayeron en el olvido.
Hemos tenido que esperar más de una década para reabrir el debate de la revitalización del casco antiguo y abordar el diseño de una estrategia para el futuro, partiendo eso sí, de un entorno mucho más deshabitado y degradado, a causa de la falta de inversión y mantenimiento.
El proyecto «Ibi Ciudad del Juguete», de aplicación a corto, medio y largo plazo, pretende reconvertir el centro histórico en un lugar atractivo para las personas mediante la rehabilitación de las numerosas viviendas en estado ruinoso y/o vacías con ayudas públicas para la repoblación y apertura de negocios de artesanía, restauración y comercios de todo tipo, con el objetivo de devolver al centro histórico su dinamismo, evitar el envejecimiento y despoblación del lugar y reconvertirlo en el corazón de la ciudad. Actuaciones tan destacadas como la reforma de la Plaza de la Iglesia mediante un concurso de ideas, el desarrollo del proyecto integral del Museo del Juguete o la habilitación de un espacio co-working, son ejemplos de actuaciones que dinamizarán enormemente la zona. El plan no se limita solo a actuaciones urbanísticas, sino que estamos hablando de un programa integral, teniendo en cuenta la accesibilidad, la eficiencia energética, las acciones dirigidas al empleo de jóvenes, programas culturales con la rehabilitación de espacios públicos en el casco antiguo donde se pueda reunir la gente para bailar, leer, estudiar, compartir, etc.
Esta revitalización del casco antiguo debe ser abordada ya, con o sin fondos europeos. Debemos implicarnos todos y todas, y hacer partícipe a la ciudadanía. Es la hora de volver a mirar al futuro con valentía y decisión, como ya se hizo hace más de una década.
Susana Hidalgo Vidal