10 de febrero de 2017
Nuestras ciudades deberían ser espacios públicos inclusivos, es decir, de todos y para todos. Pero las ciudades son plurales y en ellas también viven personas con necesidades especiales por presentar alguna discapacidad física o psíquica. La inclusión consiste en tenerlos en cuenta a ellos y sus necesidades. Es una responsabilidad de todos, especialmente de los políticos, trabajar en la accesibilidad de nuestros espacios públicos y en ofrecer a las personas discapacitadas los mismos servicios que se ofertan al resto de ciudadanos.
De un tiempo a esta parte la lucha por la igualdad de las personas con discapacidad tanto psíquica, física o motora se ha visto muy mermada por la, si no negación expresa, sí omisión de sus derechos.
En Ibi, el Grupo Municipal Socialista viene solicitando y exigiendo desde hace varios años la adaptación de nuestros parques infantiles. El juego constituye un elemento básico en la infancia, además influye en su posterior desarrollo por cuanto contribuye a su estimulación e interacción tanto con el medio como con los demás niños y niñas; más aún en aquéllos que tienen algún tipo de discapacidad.
Ahora, tras mucho tiempo reivindicando esta atención, finalmente hemos conseguido que se instalen juegos adaptados en los parques infantiles de la localidad, aprovechando además los que se habían adquirido para el CEE Sanchís Banús que, posteriormente, también se integrarán en estos espacios.
Hemos de decir que celebramos esta decisión. Hasta el momento hay sólo tres juegos adaptados en nuestra localidad, uno en el barrio de Mirasol, otro junto al Museo del juguete y otro frente a la Tourist Info. Lamentablemente no son los tres juegos totalmente adaptados, los hay que son sólo adaptados parcialmente y no al 100%.
Decía la edil Amparo Pina en el pleno celebrado el pasado mes de enero que no le parecía bien que criticásemos este hecho por cuanto suponía un gran avance. Claro que es un gran avance, estamos convencidos y apostamos por ello y por ese motivo lo llevamos pidiendo tanto tiempo. Pero creemos que se debería haber consultado y planificado directamente con los colectivos afectados. Nadie mejor que ellos para diseñar estos espacios para que puedan cumplir el objetivo para el que están pensados: la inclusión. Algunos de estos juegos siguen presentando barreras en el caso de aquellos que tienen dificultades motoras. Esperamos y deseamos que los próximos que se instalen cumplan con ese 100% de adaptación.
Gemma Escudero Aznar