El mantenimiento de cada cosa

20 de junio de 2014

No ha sido posible convencer al PP durante estos años para que planifique el arreglo y mantenimiento de los parques y jardines, así como los centros públicos, de la localidad. Desde el Grupo Municipal Socialista hemos hecho propuestas en todas y cada una de las legislaturas y a todos y cada uno de los concejales del Partido Popular que se han ocupada del área de Servicios Públicos. Las propuestas siempre han ido en la misma dirección: se debe planificar el mantenimiento de lo que tenemos con personal cualificado y contratado desde el Ayuntamiento. Ya tenemos bastantes servicios subcontratados a empresas privadas que, como es lógico, lo que pretenden es ganar dinero. Todo los servicios que se lleven a cabo con una empresa privada nos costará más dinero, menos esfuerzo por parte de los concejales y los técnicos municipales, pero más dinero del bolsillo de los contribuyentes. El mantenimiento de los centros públicos y los parques y jardines no exige de inversiones millonarias en maquinaria, ni de especializaciones técnicas muy especiales.

La estrategia del abandono de los servicios públicos hasta el final de las legislaturas, coincidiendo con los comicios electorales, y la improvisación efectuada a golpe de denuncias públicas de asociaciones, vecinos y grupos políticos de la oposición, han sido y son el «modus operandi» del PP.

La prohibición por parte del gobierno de Rajoy de incrementar plantillas con personal público, la incapacidad del PP de elaborar una relación de puestos de trabajo del personal del Ayuntamiento en todas las áreas, exigiendo operatividad y rendimiento, respetando derechos y convenios sindicales, ha llevado al equipo de gobierno de Rafael Serralta a contratar servicios de empresas privadas para el mantenimiento, de momento, de los juegos infantiles instalados en los parques públicos.

Este contrato costará a los ibenses al año 30.600 euros, es decir, la empresa realizará las labores de inspección del estado de los distintos elementos que componen las áreas infantiles de recreo, y los trabajos de reapretado, engrases, pequeñas reparaciones que no impliquen inversión en materiales que excedan de los 30 € IVA incluido por unidad o juego. Así como limpieza general de la superficie del área, retirada de cristales, restos de objetos, piedras, papeles, hojas de árboles o cualquier otro elemento que ensucie el área.

Nos va a costar 30.600 euros que una empresa privada envíe a un trabajador una vez a la semana, se dé una vuelta por los juegos infantiles, apriete los tornillos, los limpie y evalúe los que están ya para cambiar porque no cumplen normativa, o porque están destrozados. Todos los cambios y arreglos que supongan más de 20 minutos del operario y más de 30 euros de gasto correrán a cargo del Ayuntamiento.

Por otro lado, para el mantenimiento del mobiliario urbano, bancos, fuentes, bordillos y demás elementos que están en las plazas, será la brigada de obras municipal la que se encargue. Hay que decir que el número de personas que componen la brigada es claramente es insuficiente para las necesidades de Ibi, no sabemos si solo es por que no se puede contratar o por la nula planificación, ya que en muchas ocasiones éstos se ven obligados a dejar a medias arreglos en la vía pública para acudir a realizar preparativos de fiestas varias y llamadas improvisadas del concejal de turno.

Es posible que tengamos por fin los juegos infantiles en buen estado durante todo el año, eso sí, nos costará 30.600 euros, pero no sabemos qué pasará con el resto de elementos que rodean a los juegos infantiles: arbolado, mobiliario urbano, iluminación, etc.

Con ese dinero tendríamos un operario cualificado trabajando todos los días 8 horas, dedicándose exclusivamente a los juegos infantiles de la localidad, pero lo del empleo público no esta de moda en las filas del Partido Popular, lo privado es más ventajoso, sobre todo si les quita a ellos dolores de cabeza.

Igual el Partido Popular está planteándose contratar otra empresa para mantener las fuentes, otra para mantener los bancos, otra para cubrir las necesidades de jardinería a las que no pueden llegar los jardineros de la brigada, otra para darse una vuelta por los barrios y recoger las necesidades que denuncian los vecinos y las asociaciones vecinales desde hace más de una década, otra que evalúe el cumplimiento de todas ellas y otra para que les pague a cada una de esas empresas lo acordado en tiempo y forma.

Susana Hidalgo