6 de abril de 2014
Algo muy grave está pasando en nuestro país, cuando en un Auto judicial se afirma, por segunda vez que el partido que está gobernando España lleva años financiándose con dinero negro, procedente de cohechos y ni pasa nada, ni el PP ni el Gobierno al que sostiene se ven en la obligación de dar ninguna explicación ni, mucho menos, de asumir ninguna responsabilidad.
De hecho, ayer se limitaron a sacar al portavoz adjunto del PP en el Parlamento, Rafael Hernando, que se despachó con un displicente: «En el PP no ha habido caja B. Si la ha habido será de Bárcenas”. Incluso para algunos medios de comunicación, hoy la noticia no es la existencia de una contabilidad en B en el PP, sino que Bárcenas se llevó una parte de ese dinero negro del PP a Suiza.
El juez que instruye las causas del caso Bárcenas y Gürtel emitió el día 2 de abril de 2014, un Auto, en el que puede leerse que Bárcenas habría “distraído fondos de la contabilidad paralela o “B” del Partido Popular controlada por el imputado Sr. Bárcenas Gutiérrez en su condición de gerente y después tesorero de la referida formación política”.
El Auto judicial emitido ayer reproduce, además, un informe del fiscal en el que se afirman cosas tan graves como las siguientes: “De acuerdo con lo hasta ahora actuado, tal y como se ha reiterado en distintos informes, los referidos fondos procederían, al menos en parte, del cobro de distintas comisiones vinculadas a adjudicaciones públicas y se habrían ocultado a la Hacienda Pública no reflejándose en las correspondientes declaraciones tributarias”.
Afirma también el Informe fiscal que Bárcenas se habría llevado esos fondos “prevaliéndose de su condición de gerente de la formación política y de la opacidad de la referida contabilidad paralela”. Y citando una investigación policial de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) añade que la contabilidad paralela o “Caja B” del PP “se nutriría, básicamente, de donativos efectuados por personas relacionadas con entidades beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas”.
En definitiva, más allá de los delitos de Bárcenas, los hechos más graves que se derivan de este auto son, por una parte, que el informe fiscal, la Policía y el propio Juez reflejan la existencia real de una contabilidad B en el PP -es decir, en DINERO NEGRO-, durante muchos años (fraude, delito fiscal, delito contable y financiación irregular de partido político), y por otro lado, que esa “Caja B” con la que el PP lleva años financiándose irregularmente se nutría del dinero que le daban determinadas empresas, a cambio de adjudicaciones públicas (delito de cohecho).
La gravedad de los hechos que se consideran judicialmente probados exigen una rendición de cuentas urgente de Rajoy y del PP ante los ciudadanos, así como la asunción de responsabilidades políticas.
Nadie entendería en el resto de Europa que la sociedad española asumiera como normal y en el mayor de los silencios una situación como esta en el partido que gobierna el país.
Estamos, además, ante la triste paradoja de tener la confirmación de que el PP lleva años y años defraudando a Hacienda, en los mismos días en que el Gobierno que sostiene abre el plazo para que los ciudadanos cumplamos con nuestras obligaciones fiscales, haciendo la Declaración de la Renta.
¿Hay quien pueda creerse que Bárcenas se llevó 50 millones de dinero negro del PP a Suiza (como ya está judicialmente acreditado), sin que nadie en el PP se diera cuenta? ¿Hay quien pueda creerse que Bárcenas se llevara esos 50 millones sin el beneplácito de los más altos dirigentes del PP? Pero sobre todo, ¿hay quien pueda creerse que los 50 millones de euros que Bárcenas se llevó a Suiza eran solo para él?
Ya es hora de que se pongan nombres y apellidos a los verdaderos beneficiarios – además de Bárcenas- de las cuentas con dinero negro del PP en Suiza.
Estamos hablando de financiación ilegal del PP durante mucho tiempo. Lo ha dicho un juez y eso tiene muchísimo valor y ahora le toca al PP responder por ello.
PSOE
