Parece mentira que en el año 2013 todavía haya que defender el derecho a decidir libremente, como consecuencia de la campaña brutal y acosadora que desde el PP y la Conferencia Episcopal se está haciendo de la Reforma de la Ley del Aborto.
El 3 de marzo de 2010, se promulgó la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
Esta ley tenía como objetivos garantizar los derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y salud reproductiva establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y regular las condiciones de la interrupción voluntaria del embarazo. Con esta ley se consiguió que durante las primeras 14 semanas del embarazo las mujeres pudieramos tomar una decisión libre e informada sobre la interrupción del embarazo. Este plazo de posibilidad de interrupción voluntaria del embarazo aumentaba hasta la semana 22 en casos de «graves riesgos para la vida o la salud de la madre o el feto». Y a partir de la semana 22, solo podía interrumpirse el embarazo en dos supuestos: que «se detecten anomalías en el feto incompatibles con la vida» o que «se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico y así lo confirme un comité clínico.
Con esta Ley era la mujer la que decidía, libremente, sin intervenciones de terceros y sin coacciones.
Ahora el PP, siguiendo los dictámenes de la Conferencia Episcopal, se cargan de un plumazo este derecho. Con la Reforma que el PP pretende imponer, España retrocede a los años 80, las mujeres no vamos a poder decidir sobre nuestra maternidad, sino que serán los médicos los que decidan por nosotras. La Ley del PP elimina la posibilidad de que las mujeres podamos abortar cuando exista una grave malformación del feto, diagnosticada por un médico e incluso será muy difícil abortar cuando exista un grave riesgo para la salud de la madre.
¿Y todo esto porqué? Porque según la Iglesia, en el Concilio Vaticano II, el aborto es «crimen abominable, que es la muerte injusta de un ser humano, INOCENTE, INDEFENSO Y SIN BAUTISMO, y es la mujer quien conservará toda la vida el remordimiento del cobarde acto cometido.”
Pues para mi es un crimen abominable que se me tache de criminal por decidir libremente sobre si interrumpo un embarazo con riesgos para mi futuro hijo a para mi. ¿No es abominable conocer que el feto tiene una grave malformación, que no va a permitir que sobreviva después del alumbramiento y aún así que te obliguen a llevarlo 9 meses en el vientre, después pasar por el momento del parto para tener que enterrarlo a las pocas horas?
¿No es abominable que una mujer que ha sido violada, tenga que dar a luz a un hijo, como consecuencia de esta violación? ¿ No es abominable que el PP y la Iglesia no quieran que se garantice el derecho a la educación y a la salud sexual, como la mejor forma para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y como consecuencia de ellos los abortos?
Las mujeres que abortan no son criminales; puedes ser tu, tu hija, tu hermana. Son menores de edad, mayores de edad, católicas, judías, ateas… Han utilizado métodos anticonceptivos o no los han utilizado; están casadas o son solteras… Son mujeres como tú o como yo, que en un momento determinado, por un motivo claro y concreto y suficientemente motivado para ellas, las que deciden poner fin a un embarazo.
Bastante traumática y dramática es esta decisión que adoptan libremente como para que se las trate de criminales.
Hay muchos países europeos con Ley de plazos para la interrupción voluntaria del embarazo. Aquí en España y con el PP, las mujeres volverán a ser diferenciadas en dos clases sociales; las mujeres ricas que podrán desplazarse a cualquier país europeo y practicar legalmente la interrupción de su embarazo y el resto de las mujeres, que en caso de querer abortar, no nos quedará más remedio que acudir a clínicas clandestinas, con pocas garantías para nuestra salud y nuestra vida.
¿Esto no es un crimen abominable para el PP y la Conferencia Episcopal?
CUANDO UNA LEY ES INJUSTA,
LO CORRECTO ES DESOBEDECERLA.
Mahatma Ghandhi
Yolanda, enhorabuena, pero hay que tener presente que esta iglesia la malea todo lo que toca, ya sea directamente o a través de sus embajadores.
Pero mucha responsabilidad tienen todos los partidos que se lo consienten y le han consentido, ya hace tiempo que se les tenía que haber puesto en sitio.
Estos obispos (y sus secuaces) de falda larga, bragueta amplia y voraz apetito, han cometido las mayores tropelías, por no decir asesinatos, que también, ¿cuántos cadáveres de niños han sido encontrados bajo iglesias y conventos?
Eso sí, todo en nombre de dios y del bien.
Estos obispos que nunca se quedarán preñados, aunque lo parezca por sus prominentes panchas, esta iglesia que niega la procreación. ¿Qué más van a decir? Son los únicos que no se casan ni procrean, eso se lo dejan a los demás, ¡serán hipócritas!
Es lamentable, pero cierto, que pena de tanta buena gente cristiana, que la hay y mucha, pero sojuzgados y subyugados al poder eclesiástico.