Como ya todos saben, «Cuéntame cómo pasó» (también conocida como «Cuéntame») es una serie española de televisión emitida por La 1, canal de la televisión pública Televisión Española, desde el año 2001.

La serie narra, apoyándose en una combinación de microhistoria y macrohistoria, las vivencias de una familia de clase media, los Alcántara, durante los últimos años del franquismo y los comienzos de la Transición Española, y es a la vez una crónica socio-política de la época.

Muchos de nosotros hemos conocido visualmente esta época, gracias a esta serie.

Pero hoy en día parece que la serie se ha vuelto realidad. Con la nueva Ley de Educación LOMCE, volvemos a revivir los primeros capítulos de esta famosa serie. Que en 2013 se promulgue una Ley que permita la segregación por sexos, es decir, colegios solo de chicos o solo de chicas, es un insulto a la inteligencia y un golpe mortal a nuestra democracia. Pero que existan Concejales del PP de Ibi que defiendan esta idea en el hecho de que si una persona paga sus impuestos, debe decidir si segrega por sexos a sus hijos… no tiene calificativos.

El educar separadamente sólo tiene sentido si se parte de la idea de que cada sexo ha de tener una distinta función social, y que por tanto, mujeres y hombres no deben gozar de las mismas posibilidades. Ese tipo de educación la que pretende el PP. Este es el PP en esencia pura. La ideología política de aquellos años que son representados fielmente por la conocida serie.

Pero aquí no acaba todo. La nueva LOMCE ha vuelto a introducir en España un debate que ya se había superado; el tema de la obligatoriedad y la evaluación de la asignatura de religión en los colegios públicos

Dice la Conferencia Episcopal a través de Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid que “el hecho de que la religión no sea evaluable crea «problemas de disciplina» y ha defendido que la Teología «es una ciencia en el ámbito más o menos de las ciencias humanas, que se puede y se debe dar en la escuela […] como se hace en las demás ciencias humanas, en la Historia, o las Matemáticas». La asignatura de religión y moral católica, aporta «un desarrollo intelectual en el ámbito de la fe católica» y un espacio para «entender qué significa la fe, histórica, cultural, filosófica, política, moral y éticamente y en comparación con otras religiones».

Pese a que el nuestro es un Estado aconfesional, Martínez Camino ha utilizado el artículo 27 de la Constitución para recordar la legitimidad de los padres para pedir que sus hijos sean educados conforme a «la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Para terminar, según el prelado, eliminar la religión de las escuelas supondría «cercenar» los derechos del 72% de padres españoles que eligen la religión católica para sus hijos.

Es decir, que lo que pretende el PP es que la fe y la moral católica, algo tan personal, sea evaluable académicamente, con independencia de si eres católico, musulmán, ateo o agnóstico. Aquí se evaluará la fe cristiana y se educará en ella, quieras o no. Para eso el PP manda.

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1 COMENTARIO

  1. Querida Yolanda, ya lo dice la constitución en su artículo 16.3 «.. el Estado mantendrá relaciones de cooperación con la iglesia católica y las demás confesiones..»

    ¿No os llama la atención la atención de una y las demás?

    ¿Por qué se cita a esa una con nombre propio si a continuación se citan todas las demás en genérico?

    Esto ya llamaba la atención a los que no votamos la constitución, y éste era un artículo más de los que no podíamos tragar.

    Pero la iglesia católica siempre mete goles a la población, amparándose en el Estado y en todos sus colaboradores necesarios.

    Decía un cantautor cuyo nombre no me viene a la cabeza

    Aún sin ser desbocada mi lujuria,
    uno, en fin, se dedica a la mujer,
    al obseso del papa y a la curia,
    les jode enormemente cuanto a mí me da placer

    y me excluyen de sus «ego te absolvo»
    y me excluyen de su jerusalen,
    cuando rinda al fín mi último polvo,
    tendré que decir ¡mierda! donde hay que decir «amen».

    Pues eso, «..si los curas y monjas supieran…»

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