Desde hace un tiempo la sensación que nos invade a los ciudadanos de a pie es que muchos de los personajes públicos que viven de nuestro dinero, se nos ríen en nuestra cara.

Es extraño el día en que a la hora de acostarnos no hayamos sentido en algún momento de la jornada que nos están tomando el pelo sin pudor alguno.

Hay muchos ejemplos de esto que digo. Las hay ministras, las hay altezas, los hay presidentes de gobierno y por haberlas también las hay alcaldesas, y además de nuestro propio municipio.

Esta gente que cree estar por encima del bien y del mal que, presuntamente, actúan como si en sus cargos todo les perteneciese, como si de su cortijo se tratara, se permiten aconsejarnos a todos los demás, a los curritos, a los aspirantes a curritos, a los estudiantes, a los jubilados, etc. Nos dicen, mejor nos exigen, austeridad. Nos imponen recortes sociales impensables hasta hace unos pocos años. Nos aplican una reforma laboral que para lo único que aprovecha es para que perdamos hasta el mínimo de los derechos laborales haciéndonos retroceder treinta años mientras al gran capital se les preparan amnistías fiscales a medida de los defraudadores, incluyendo a personas cercanas al gobierno. Al resto de los mortales, subida del IRPF.

Mariano Rajoy, en plena crisis y mientras defendía la austeridad para los españoles, se subía el sueldo un 27%; Iñaki Urdangarín sólo tenía que vivir mejor que el resto de españoles con el dinero público asignado a la Casa Real, sin embargo, presuntamente, se dedicó a saquear las instituciones públicas en connivencia con los mandatarios autonómicos, y su esposa, la infanta Cristina dice no conocer de dónde procedían sus ingresos a pesar de que era socia de la empresa saqueadora. La ministra Ana Mato dice que tampoco conocía que la trama Gürtel le regalaba coches de lujo, le pagaba viajes exclusivos y fiestas familiares, y que en su desconocimiento, se limitaba a disfrutar de todo ello. Sin embargo, para ella, es totalmente necesario que se le recorten los derechos a los dependientes hasta llegar a la indecencia.

Siguiendo esta tónica de “despistes” e “ignorancias”, hemos visto cómo Doña María Teresa Parra Almiñana –esta alcaldesa- dirigió un escrito al Juzgado de Ibi, reconociendo una práctica totalmente irregular con la asignación que el Grupo Municipal Popular recibe del Ayuntamiento. Estas asignaciones tienen una finalidad muy concreta y es atender debidamente el funcionamiento de los grupos políticos representados en el Ayuntamiento. No es un dinero para “propaganda política” ni para “gastos de sede”, conceptos que se han de sufragar con las aportaciones de los afiliados y fondos del propio partido.

Tras reconocer una práctica fraudulenta de la asignación municipal, se limita a decir que “ella no lo redactó, sólo lo firmó”. Como los niños pequeños en el cole –señorita yo no he sido-. Le ha faltado decirnos que el bolígrafo con el que firmó no era suyo, que se lo dejaron para firmar lo que no escribió.

Visto lo visto ¿No comparten los ciudadanos el mismo sentimiento que decía al comienzo? ¿No sienten cómo insultan nuestra inteligencia?

Vicente Bernabeu

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3 COMENTARIOS

  1. Desde luego que si. Esto no es normal. Nunca en la historia de este país, que yo recuerde, se han reído tanto de nosotros. Es un insulto lo que está pasando y no acabo de entender como somos tan pacientes. Algo habrá que hacer. Por lo pronto cambiarlos a todos y hacer pagar las faltas a quien las haya cometido. Ya está bien de tanta presunción de inocencia.

  2. Sento crec que eres una molt bona persona i ni te imagines hasta que punt la alcaldesa es una persona sense cap de ética.Però cladría pegruntarse perque la gent la vota….uns per servilisme, altres perque son del PP sense crítica ni condicions, votaríen a un dictador i per últim els que no tenen ni trellat ni cultura democrática ni res…que son uns cuants eh!ánim que la batalla es dura.

  3. Deberían tomar ejemplo del Papa. Me tranquiliza saber que el «Santo Padre» no es del Partido Popular, ni simpatiza con ellos, si así fuera NO HUBIERA DIMITIDO.

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