Hace unos días conocimos los presupuestos que el gobierno de Rajoy ha presentado para 2013. Dichos presupuestos pueden ser considerados los peores de la historia para los intereses de la Comunidad Valenciana. Los datos avalan estas afirmaciones.
La inversión prevista en nuestra Comunidad para el año que viene será un 35 % menor que en 2012. Esto supone que la Comunidad Valenciana es una de las que menos dinero recibirá del gobierno del PP.
La inversión por habitante en la Comunidad para 2013 será de 127,89 €, mientras que la media nacional es de 225,53 €/habitante. Esto supone que cada valenciano recibiremos 97 € menos que la media en inversiones. Si lo comparamos con los castellano-leoneses, que son los más beneficiados con 620 €/habitante, la diferencia es de 492 € menos por valenciano. De las 20 autonomías, para el gobierno del PP somos los cuartos por la cola en inversiones, pese a que estamos 12 puntos por debajo de la media española en nivel de riqueza.
En lo que concierne a la Seguridad Social, para la Comunidad Valenciana se prevé una disminución en la inversión del 37,9% con respecto a 2012.
Los datos de inversión para la Provincia de Alicante también son nefastos. La inversión total prevista sufrirá un descenso del 38 % con respecto al año 2012 y la inversión en la Seguridad Social será un 68 % menor.
El PP llevaba años acusando al gobierno de Zapatero de marginar económicamente a nuestra Comunidad. Los números hablan por sí solos. El anterior gobierno socialista, en su último año de mandato (2011), ya en plena crisis, destinó un 57,53% más en inversiones para la Comunidad Valenciana de lo que lo hará el Partido Popular en 2013. ¿Por qué para la comunidad Valenciana no hay apenas dinero y para otras muchas comunidades sí?
Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, también ha renunciado a exigir al Gobierno de Rajoy una mayor financiación, algo que el PP ha recriminado durante años al anterior gobierno socialista. El PP ha hecho en los últimos años una política victimista y ahora, con Rajoy en el Gobierno, cambia de rumbo y deja al descubierto su mentira y su estrategia.
Lo peor de todo esto no son los números, sino que detrás de estas cifras hay personas, que tendrán que padecer un servicio sanitario saturado y deficiente, jóvenes que recibirán una educación lastrada por la saturación, la precariedad y la desmotivación, ciudadanos que no podrán acceder a servicios básicos porque no podrán pagárselo.
Ningún dirigente del Partido Popular Valenciano ha formulado ninguna queja ni ha acusado a Rajoy de discriminar económicamente a la Comunidad Valenciana, pese a dejarnos a la cola en inversiones. El PP demuestra así que actúa de forma diferente según quién gobierna y que sus reivindicaciones no vienen motivadas por una preocupación real por la situación de la ciudadanía sino por pura estrategia política.
