Afortunadamente, en el ámbito de mi vida profesional, recibo la visita de muchas personas, clientes, proveedores, amigos, que una vez que hemos tratado los asuntos estrictamente profesionales, disponemos en muchas ocasiones de algunas horas en las que podemos recrearnos, empleándolas en otros menesteres más lúdicos y relajados.
Lo lógico y normal es acompañar a esa persona de fuera a que conozca nuestro pueblo, y ahí es donde comienza el problema. Es duro reconocer que no sé donde llevar a estas visitas: el Museo del Juguete está cerrado y sin visos de que se abra, la Casa de los Reyes Magos otro tanto, si no peor, y para postre, si quiero hacer gala de que tenemos el único monumento del mundo a la figura de los Reyes Magos, me los llevo a su plaza e intento convencerles de que es un monumento muy bonito pero que ahora, desgraciadamente, ha sufrido un desafortunado accidente.
Verdaderamente decepcionante, pero es que además de eso, podría llevarlos a la Plaza de la Iglesia como un destino típico, pero la encontramos seriamente deteriorada, con una fuente que no funciona y está sucia.
Si sigo bajando hacia la Plaza de la Palla, cuando llego a ella, ¿qué puedo enseñar? Digo que es una plaza que hace cuatro años se remodeló pero sinceramente ahora el pavimento está sucio y ya hay desperfectos que no se han arreglado, como las maderas de la base de los árboles o las luces led del suelo. De todas formas, la plaza tampoco tienen tanto que enseñar. Igual le ocurre a la Plaza San Vicente, que es una plaza como la que puede verse en cualquier pueblo.
Incluso pensé en subir a Santa Lucía pero recordé que la última vez que estuve allí me encontré pintadas, botellas rotas, bolsas de plástico y vasos por todas partes, restos de la práctica del botellón.
Todo esto me duele en el alma porque soy ibense y ver ese deterioro de todos esos iconos que dan identidad a nuestra población y de los que siempre nos hemos sentido tan orgullosos, es una situación nueva y amarga.
Más allá del turismo y de los intereses económicos, el Museo del Juguete, el monumento a los Reyes Magos, la Plaza de la Palla, la Plaza de la Iglesia, Santa Lucía, y esperemos que en un futuro la Casa de los Reyes Magos, deben ser restaurados, puestos en marcha y cuidados por amor a lo ibense, porque son los símbolos de este pueblo y su deterioro causa un efecto desmoralizador en los ibenses. El mal estado actual es como un mensaje de decadencia, algo injusto para un pueblo que ha vencido múltiples crisis y que ha sabido reinventarse en muchas ocasiones para salir siempre adelante.
¿Qué hago al final con mis invitados? Pues les llevo a comer en alguno de los restaurantes o bares que hay en Ibi y tras esto me despido de ellos, con la promesa de que la próxima vez que vuelvan a visitarme ya podré mostrarles algo. Una pena.
Pues Arturo los tienes que invitar a comer porque ayer lunes quise llevar a unos clientes a cenar , y el destino fué Alicante, lo de fomentar la gastronomia Ibense está bien para un dia como la Jornada de Tapas , pero el fomentar el sentirse de Ibi, cada vez se pone mas dificil , hay pocos sitios para cenar en Ibi , quizá ganen demasiado y no interese trabajar los negocios.
Siento discrepar en el primer comentario de tan acertado articulo. Quizás los bares, las cafeterias, pubs y demás estén cerrados porque la gente de Ibi solo sale a la calle en contadas ocasiones.
En cuanto al articulo, un diez, has dado en el clavo Arturo.