Por Alfredo Pérez Rubalcaba
Sin duda ustedes lo saben, pero es mi deber recordarles que más de cien mil españoles esperan con angustia la fecha del próximo 16 de agosto. Porque ese día, si el Gobierno no aprueba la prórroga de la prestación de 400 euros para los parados sin cobertura, la situación de esos miles de trabajadores y trabajadoras que perdieron su empleo pasará de ser dificilísima a completamente angustiosa. Ese día, muchos miles de españoles pueden perder el único ingreso con el que, malamente, podían hacer frente a sus necesidades más básicas; y, de paso, pueden perder la última esperanza que tenían de llevar una vida digna.
Porque de dignidad se trata. De dignidad y solidaridad. De que entre todos seamos capaces de asumir solidariamente el apoyo a quienes deben soportar el infortunio. No han dado ustedes muchas muestras de saber escuchar el sentir de los ciudadanos, pero si esta vez lo hicieran comprenderían que la inmensa mayoría de ellos está de acuerdo con esta medida. Precisamente porque, como el presidente del Gobierno y yo solemos decir, España es un gran país. Y un país grande se mide por su capacidad para no dejar a nadie abandonado a su propia suerte.
Creo que con estos argumentos debería de bastar, pero, por si aún les quedan dudas, déjenme que les dé uno muy pragmático. Los 400 euros que recibirán esas personas, si deciden prorrogar mañana la ayuda, no van a suponer ningún freno a sus aspiraciones de mejorar, ni, por supuesto, a sus esfuerzos por encontrar un empleo. Simplemente, les mantendrán, siquiera débilmente, ligados a este proyecto de sociedad que tanto nos ha costado construir. Ignorar ese hecho, condenarlos a la absoluta precariedad, no sólo sería un acto inhumano, también una pésima decisión si lo que pretende es mantener la ya precaria cohesión que, hasta el momento, nos ha permitido afrontar esta crisis sin graves estallidos sociales.
Por todo ello, como secretario general del PSOE, y en la certeza de representar la voluntad de muchos millones de españoles, le pido que el Consejo de Ministros que Usted, Sr. Rajoy, presidirá mañana acuerde la prórroga de la prestación de 400 euros para quien haya agotado el desempleo. Es de justicia.
Totalmente de acuerdo, considero que la solidaridad es el pilar básico de un estado moderno y democrático, con mayúsculas, en el que el objetivo último es conseguir que todos los ciudadanos tengan las necesidades mínimas cubiertas. Nadie puede quedar tirado en la cuneta y mucho menos, arrastrado por una ola de desaciertos en la que la mayoría de la ciudadanía no ha tenido nada que ver.