Como si del caballo de Atila se tratase, que por donde pisaba no volvía a crecer la hierbaasí es como ha dejado Miguel Ángel Agüera cada una de las áreas que ha dirigido tras nueve años en el gobierno municipal.

Cada área que ha estado bajo su mando ha sido el paradigma de la opacidad, del oscurantismo, del enchufismo. Todas y cada una de ellas, que por cierto, han sido las más importantes del consistorio, están plagadas de presuntas irregularidades. Son las áreas que, en su momento, han gozado de más presupuesto. Con esos presupuestos se llevaron a cabo las más importantes obras de infraestructura de los últimos años y todas ellas sin excepción sufrieron desmesurados sobre costes a los que en ningún momento, ni Mayte Parra ni su entonces mano derecha Miguel Ángel Agüera, dudaron en otorgar su conformidad.

En el sprint final antes de las elecciones locales de 2011, cuando apenas faltaban 60 días para dichos comicios, el entonces concejal de hacienda –contando con el beneplácito de Maria Teresa Parra Almiñana- se empeñó en sacar a concurso la contrata de “Limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos”. Se proponía la adjudicación de un contrato de casi 36 millones de euros y 25 años de duración con un gobierno prácticamente en funciones. Desde ese primer momento, el Grupo Municipal Socialista, junto con el resto de partidos de la oposición, entonces en minoría, denunciamos este despropósito.

Pretendían atar contractualmente a Ibi por veinticinco años y con un coste de casi seis mil millones de pesetas. La duración de este contrato, sumada a la del servicio de agua, pervivirían por generaciones de ibenses. Todo eran prisas (realmente sospechosas), pero llegaron las elecciones y con los resultados de las mismas les hicimos poner el freno.

No vamos a repetir en su totalidad ni el informe, ni las conclusiones a las que llega la Junta Superior de Contratación Administrativa de la Generalitat. Recordaremos sólo las más significativas. Nos dice entre otras muchas cosas que la duración de estos contratos incluyendo sus prórrogas no puede exceder de seis años; que es imprescindible por parte del Ayuntamiento la elaboración de un anteproyecto o estudio económico de explotación y aquí era inexistente, convirtiendo la convocatoria nula de pleno derecho; no se tienen en cuenta (y por tanto no se minoran del precio) los beneficios del adjudicatario por la venta de esos residuos. Se rectificaron las instrucciones de lo que cada sobre del concurso público debía contener, pero se rectificó a medias, con lo que lo único que se consiguió (no sabemos si también era lo único que se perseguía) era la eliminación de una de las empresas que optaban a prestar el servicio. Esto y un largo etcétera.

Ahora, “esta alcaldesa” saca pecho de todo este despropósito y dice que solicitó el informe en “aras a la transparencia y el pleno respeto a los principios de la contratación pública”; realmente patético. Si los resultados electorales hubiesen sido los que ella deseaba, hoy a Ibi le restarían 24 años de contrato con la adjudicataria.

El Sr. Agüera ha sido imputado por cinco presuntos delitos muy graves. Y la alcaldesa mantiene que no sabía nada, que no tiene ninguna culpa. Que no conocía sus movimientos. “Esta alcaldesa”, según ella, sólo se dedica a traer dinero (hay quien dice que se lo lleva más allá de nuestras fronteras).

Parece que el resto de concejales del PP,  a la alcaldesa sólo le sirven para comerse los marrones que el ex edil y ella misma van dejando a su paso.

Lo positivo, es siempre mérito de “esta alcaldesa”, mientras que lo que sale mal –que no es poco- es culpa de todos menos de ella. Pero la realidad es tozuda y nos muestra que lo positivo es siempre lo mismo y está cada vez más lejano en el tiempo, sin embargo lo negativo es de “consumo diario”.

Según la leyenda, Othar el caballo de Atila, acompañó a éste hasta su muerte. En la metáfora ibense Othar ya ha muerto –políticamente-, la cuestión es ¿cuantó le quedará a Atila?

Artículo anteriorInformación: «Famosa decide marcharse de Onil para concentrar todas sus instalaciones en Ibi»
Artículo siguienteInauguración de la Exposición «Pasión,comercio y peligros de Cactus y plantas suculentas» en el Museo de la Biodiversidad

3 COMENTARIOS

  1. Decía la prensa francesa, a principios del siglo pasado, que el automóvil era la única bomba, hasta entonces, que tras crear muerte y daños, siempre se recuperaba para seguir con más muertes. La bomba estallaba, destruía y finalizaba su actuación. El coche siempre se levanta para continuar con la masacre.

    Esta alcaldesa es el ejemplo del automóvil, un fracaso tras otro, un escándalo tras otro, una «mojadita» tras otra» y ella siempre dispuesta a seguir en la misma tarea. Que si la Feli, que si el Onsurbe, que si el ajedrecista, que si el Campoy, que si «el meu cosí», que si la Sarabia, que si el del poli, que si el pajarín, etc. etc. etc.

    Si ella no está en nada ¡Pues que se largue y que le den!

  2. Impecable análisis Sento. Y la metáfora del caballo de Atila, no puede ser más atinada. Eso sí, el caballo de esta pardala se ha reventado de tanta mojadita -presunta- y lo peor es la parálisis de diversos departamentos del ayuntamiento, bloqueados además por los vicios de funcionarios en puestos clave, que más que servir al ayuntamiento, han servido a los intereses del migue y su colegui

  3. Siguiendo con la entrada de hoy Atila ,también se le llamó el AZOTE DE DIOS y Athila junto con su caballo Othar y otros barbaros sin escrupulos fuerón los saqueadores de las provincias de Europa , trasladado a nuestra politica local, que cada uno piense lo que quiera.

    Esperemos que llegue el hijo Elac y sustituya a Athila tras su muerte politica.Lo de las disputas ya vendrá después.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce un comentario!
Por favor, introduce tu nombre

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.