A veces las personas nos empecinamos en negar lo evidente. Es lo que le ocurre a “esta alcaldesa” cuando bien en la radio, bien en una sesión plenaria, se obstina en negar que la Generalitat Valenciana realiza recortes a los presupuestos de las sociedades musicales, escuelas de música, sanidad o educación pública. Debe de ser porque ella cobra de esa misma Generalitat y comprueba en primera persona que en lugar de recortar sus sueldos optan por mantener privilegios.
En el último Pleno del mes de abril, “esta alcaldesa” volvió a arremeter contra el colectivo de profesores, tachándoles de interesados, adoctrinadores etc. por manifestar públicamente su rechazo a los recortes. Insistía esta señora –que por lo visto vive en el mundo de yupi- en negar que la Generalitat Valenciana fuese abriendo y facilitando el camino al presidente Rajoy en cuanto a recortes se refiere.
Para ella lo siguiente no son recortes (serán «ajustes», una cuestión semántica):
• Incremento de ratios de alumnos por clase en todas las etapas. Primaria de 25 a 30 alumnos por aula. Secundaria de 30 a 36 y bachillerato de 35 a 42 alumnos por aula. Esto va a suponer, por ejemplo, se será prácticamente imposible gestionar convenientemente la atención personalizada (ya harto difícil con los ratios anteriores), la atención a la diversidad, atender la convivencia y por supuesto llevar convenientemente el seguimiento de los alumnos. Con este aumento de alumnado por aula, un instituto ibense podrá ver como la plantilla de profesores se ve mermada entre 7 y 9 profesores. A nivel de Comunidad esta pérdida rondará los 8.000 profesores.
• Las bajas por enfermedad no serán sustituidas hasta pasados los primeros 15 días. Eso en la práctica se va a convertir en 25-30 días. ¿Por qué decimos esto? Pues porque si hasta ahora que se debían cubrir a partir del 7º día y pasaban 2-3 semanas, ahora… Ello conllevará la pérdida de horas lectivas en las distintas materias, perjudicando el ritmo de aprendizaje de los alumnos.
• Aumento a los profesores de 2 horas lectivas. Eso supone un 11% de aumento de jornada. Consiguen reducir el número de contrataciones, pero por el contrario los alumnos verán reducidos los desdoblamientos, atención más personalizada, tutorías, atención a los padres, etc.
• Reducción en las modalidades de bachilleratos y grupos de FP. Los centros ya no estarán obligados a ofertar más de una modalidad de bachiller, y en todo caso será la Consellería quien decidirá las modalidades de cada uno. Se puede dar el caso de que los alumnos no puedan finalizar los estudios en su IES y se tengan que desplazar a otro (con la repercusión económica de transporte que significa),
• Construcción de CIS (Centros de Inserción Social) concertados. Mientras se recortan recursos para educación pública, la Generalitat no tiene empacho en ceder suelo público para centros concertados.
• Las tasas universitarias suben entre 240 y 370 euros más que el curso pasado, a la vez que se reducen las becas.
• Con los recortes de unidades, personal, programas de atención a la diversidad, de hace dos cursos han desaparecido 2.400 profesores en el sistema educativo valenciano.
• No se pagan las becas de comedor ni las ayudas a los libros de texto. Mayte Parra dice que no las han quitado, sólo que no las están pagando…
A todo lo anterior hay que añadir las medidas adoptadas unilateralmente por el ministro José Ignacio Wert. Este ministro que no cree que tenga que negociar con las universidades, ha recortado un 21,90% el presupuesto en educación (625 millones de euros solamente); ha eliminado 10 programas que estaban destinados a ayudar al alumnado con problemas económicos, en cooperación con las CCAA ; ha reducido un 80% la partida presupuestaria para la ayuda a la compra de libros de texto; ha suprimido el programa Escola 2.0 que trataba de dotar de ordenadores (1 por cada 2 alumnos aunque en la CV esto no nos afecta porque no se llegó a poner en marcha); como por arte de magia ha hecho desaparecer los 15 millones de euros destinados a pagar las matrículas universitarias a los parados y, por supuesto, ha suprimido los programas para la creación de escuelas infantiles de 0-3 años.
Y estos son los “recortes inexistentes” para Doña Maria Teresa Parra Almiñana. A este paso pronto la veremos negando la existencia de la Ley de la Gravedad.
Todos somos conscientes del momento que atravesamos, pero seguro que si hacemos un esfuerzo conjunto, encontraremos otras partidas presupuestarias de las que recortar antes que en las educativas y las sociales. El resultado de los recortes en educación o en sanidad, puede que no se vean a corto plazo, pero que la factura nos llegará en un futuro y será irrecuperable.
Puis sí Sento, pagaremos con ignorancia y sangre….