Vaya por delante mi absoluto respecto a la decisión judicial, que por supuesto no comparto y que espero que en los próximos días impere la cordura y se recurra en los términos que permita la ley.
Sinceramente este veredicto me deja desilusionado por completo y no me duele decirlo, no es de mi gusto que se condene a ninguna persona, por lo general eso es muy desagradable, pero oído el mismo me hago una pregunta crucial ¿Qué hace falta en este país, en esta Comunidad, para que a uno lo condenen?
Como ciudadano de la Comunidad Valenciana, he sentido vergüenza ajena oyendo las grabaciones que han pasado por este juicio. No entiendo como se puede consentir que nuestros políticos sean tan rastreros y tengan licencia para hacer lo que les dé la gana. Ahora habrá quien diga que se les está juzgando por pagar o no pagar unos trajes y todos sabemos que eso es la punta del iceberg.
Esta visto que nos conformamos con muy poco, ni siquiera exigimos honorabilidad y honradez a nuestros políticos, ha triunfado la idea de que «todos son iguales», por lo que muchos han renunciado a intentar cualquier cambio, y peor todavía, se ha instalado la idea de que el «todo vale».
Una cosa ha quedado perfectamente clara en este juicio y es que estos señores, como se suele decir vulgarmente, son “unos chorizos”, se han reído de todos nosotros en nuestra cara, se han burlado de las instituciones, han demostrado que el amiguismo y el compadreo es su manera de hacer política, si se puede llamar política.
De aquellos polvos vienen estos lodos. Gracias a estas personas y muchas como ellas estamos atravesando la situación tan dramática de déficit, nos han llevado a la más absoluta ruina, económica y de valores. Todavía no hemos visto nada, esperemos que pasen unos meses, no muchos, y veamos la verdadera cara del Partido Popular.
En cualquier caso me consuela saber que todo el mundo ha podido conocer las intimidades políticas de estos “ejemplares ciudadanos”, uno de ellos hasta hace unos meses “molt Honorable” que son tan pobres e “inocentes” que se conforman con que los declaren “no culpables”.
Por cierto, si Camps declaró que solo tenía unos 900 € en su cuenta, ¿cómo ha podido pagar a su abogado?
ARTURO seguro que a pedido el abogado de oficio.Que cariñet