Ya está bien de que el Sr. Agüera pase por encima de las cosas y nunca tenga responsabilidades de nada y sean siempre los demás, según él, los que no quieren negociar, los que no hacen las cosas bien o simplemente los que tienen la culpa de todo.
En esta ocasión me voy a referir a la gestión que ha hecho este señor en la puesta en funcionamiento de los locales de la Zona de Ocio. A estas alturas seguimos sin saber de forma cierta como se hizo la recepción de estos locales, solo sabemos que los adjudicatarios se quejan de que ha habido cosas muy mal hechas y en su momento se lo hicieron saber al Sr Agüera. Éste, como es habitual en él, deja que los asuntos «se arreglen» solos, y no mueve ni un dedo. Solo cuando me intereso por el estado de cuentas en relación a los pagos del alquiler de estos locales cuando parece que se pone manos a la obra y se decide reunirse con los adjudicatarios.
A fecha de hoy, transcurrido prácticamente un año desde la apertura de estos locales, aquí no ha pagado nadie, y lo peor es que hasta el momento nadie ha hecho nada para reclamar esos importes. Son 50.000 € que el Sr. Agüera no quiere cobrar haciendo dejación de sus funciones como concejal de Hacienda. La cosa está muy clara, no hace nada para cobrar y además ni siquiera se digna a responder a la reclamación que le hacen los adjudicatarios.
Si la reclamación de los adjudicatarios es correcta habría que darles la razón y no la callada por respuesta, pero lo verdaderamente grave es que estos locales se acaban de inaugurar, están hechos especialmente para estas actividades y ya presenten deficiencias. Son unos locales que nos han costado más 600.000 € . No es de recibo que hayamos recepcionado esas obras en mal estado. ¿Qué técnico del Ayuntamiento ha controlado esta obra? ¿Si había deficiencias, porque no se subsanaron? Si no las había, ¿por que se quejan los adjudicatarios? Un montón de preguntas que pasan inexcusablemente por que el Sr. Agüera dé la cara y diga de una vez por todas como se ha llevado este proceso.
La realidad es que los adjudicatarios se quejan de que el suelo de estos locales no está en condiciones y según los informes técnicos que emite el Ayuntamiento, este suelo está en perfecto estado y acorde con el proyecto, con lo cual, estima la Arquitecta Municipal, que no se debe de hacer cargo el Ayuntamiento de ese problema. Hasta aquí podríamos decir que las cosas se han hecho bien, pero nada más lejos de la realidad, ese informe es del 28 de Septiembre de 2011, la reclamación de los adjudicatarios es del 1 de Julio de 2011 y el inicio de la actividad en estos locales fue el 16 de Noviembre de 2010.
El Sr. Agüera, como máximo responsable en este área, no ha movido ni un dedo en 11 meses, ha consentido que no paguen ni un mes de alquiler desde que se abrieron los locales y además no ha resuelto el asunto con la diligencia debida y ajustándose a la Ley. Como digo al principio, otra vez ha escurrido el bulto y se ha dedicado a echarle la culpa a los demás de su incompetencia.
Ahora nos vendrá con que ya ha “negociado” con los adjudicatarios para desbloquear el tema, un tema que, más que bloqueado está paralizado por su inactividad, por su incompetencia y me atrevería a decir que por su falta de voluntad por darle una solución.
Para mí la cosa pasa por que se cumpla la legalidad, que se paguen los alquileres de forma puntual y, si existe una reclamación, que se estudie y se le dé respuesta, cosa que se ha hecho 10 meses después y al parecer no se les da la razón. No podemos generar un agravio comparativo con otras concesiones que tiene dadas el Ayuntamiento que sí que se están cumpliendo a rajatabla. No hacer las cosas bien genera una importante desventaja con otros locales de ocio que no pudieron acceder a estas adjudicaciones y que se las están «pelando» para salir adelante, pagando regularmente todos sus gastos.
Al Sr. Agüera le diré que ya está bien, que todos los asuntos que pasan por sus manos terminan en un autentico desastre, y si no, recordemos el asunto de Santa Lucia, Barbera, Alamí, Pileta, Puente Pico, etc., todo enquistado y siempre a la espera de que lo solucionen los demás.