No podemos ser tan malos

Cuando oigo en los medios de comunicación o incluso de viva voz a la Alcaldesa despotricar de lo malos que somos los socialistas, siempre me surge una pregunta: ¿cómo es posible que podamos ser tan malos? Es imposible que todo aquello que denunciamos públicamente sea de nuestra invención.

Es imposible que ante tal cantidad de malas acciones que cometen nuestros gobernantes del Partido Popular en Ibi, gracias a su mayoría absolutísima, podamos quedarnos cruzados de brazos únicamente pensando que van a seguir demonizándonos y echándonos a nosotros las culpas de todo lo que pasa en nuestro municipio.

Es del todo inaguantable ver que una vez tras otra, todas las decisiones que toma el Sr. Agüera en las contrataciones tienen alguna que otra irregularidad, es imposible quedarse impasible cuando continuamente se comprueban malas prácticas que dejan al descubierto una pésima gestión de los recursos de todos los ciudadanos.

No es posible tragarse que tengamos que construir un Palacio de Justicia con nuestro dinero y además con un sobrecoste de más de 450.000 € y que a estas alturas la Generalitat aún no nos haya devuelto ni un euro.

Es imposible que nos cierren el Polideportivo por falta de medidas de seguridad y se preocupen sólo por echarnos a nosotros la culpa de esas irregularidades.

No es posible que dejen abandonado el Estadio Climent, abandonando con ello a toda una importante zona de nuestro pueblo y que quieran que callemos.

Es imposible que se gasten una millonada en mal acondicionar la antigua fábrica Pilen y poco después lo tumben todo y vuelvan a acometer una reforma sin ningún consenso ni estudio de viabilidad y encima presuma la Sra. Alcaldesa de ello.

No es posible que se gasten en despidos de personal más de 150.000 € y después se quejen de que se está destruyendo empleo.

Es imposible que tengamos que pagar una pista de atletismo con nuestro dinero, dejando de exigir a una empresa privada que cumpla con su compromiso, por el que se le adjudicó la urbanización del Alamí.

No es posible que se tolere la existencia de una Caja “B” en el Polideportivo y ahora se quiera salir de rositas cargando todas las culpas en una ex-compañera.

Es imposible tener que aguantar que después de 7 años el Teatro Río esté inacabado y además no hagan cumplir a la empresa constructora la penalización de 1.200 € por día de retraso.

No es posible que tenga que venir la Sindicatura de Cuentas a fiscalizar las cuentas del Ayuntamiento y elabore un informe que deja al descubierto un sinfín de irregularidades y que quieran desviar la atención de los ciudadanos diciendo que son recomendaciones.

Es imposible que se permita la construcción de un edificio en la ladera del cerro de Santa Lucia, contraviniendo la Ley Urbanística Valenciana y la ley de protección de los Bienes de Interés Cultural.

No es posible…

No es posible…

No es posible…

Podría seguir con muchísimos ejemplos más, pero sería aburrido, interminable, a la vez que escandaloso.

Diré finalmente que no es posible que tanto la Alcaldesa, como el Sr. Agüera, el Sr. Onsurbe, etc., etc., etc., vayan por ahí de víctimas de la oposición socialista, y más en una legislatura en la que “padecen” y digo bien, “padecen” , no disfrutan, de una mayoría absolutísima que a todas luces está que no les ha funcionado nada bien; están todos peleados, tirándose de los pelos y quieren desviar la atención cargando contra todo y contra todos.

Lo que nadie podrá decir de la gestión socialista durante los 20 años que estuvo al frente Vicente García es que las cosas funcionaban como ahora, nunca en la historia de nuestro municipio ha habido tanta irregularidad, tantos asuntos turbios, tanta especulación urbanística,… y sólo por el principio de que “cuando el rio suena agua lleva” habría que pensar que los socialistas de Ibi no podemos ser tan malos y nos inventamos las cosas.

Estoy plenamente convencido de que el victimismo y la pamplinería de la Alcaldesa ya no engañan a nadie, y tengo claro y estoy completamente seguro de que la ciudadanía también se ha dado cuenta de esta táctica y de que, ante tales despropósitos, no es posible pensar que los socialistas de Ibi dejemos de cumplir con nuestra obligación de oposición: control y fiscalización al equipo de gobierno para garantizar la correcta gestión con los recursos de todos los ibenses.