Ayer tuvo lugar un nuevo Pleno municipal en el que, para no variar, el Sr. Onsurbe quiso hacernos ver que estamos equivocados cuando afirmamos que son la Generalitat Valenciana y por supuesto la Diputación de Alicante las administraciones que de verdad tiene a nuestro municipio abandonado en lo que se refiere a aportaciones económicas.
Hace unos días ofrecíamos unos datos demoledores en cuanto a estas aportaciones, los cuales vuelvo a insertar en este escrito, en donde se aprecia claramente las transferencias que ha hecho el Gobierno de España en los últimos 3 años en comparación con las que ha hecho la Generalitat Valenciana y la Diputación. Verdaderamente es de vergüenza comprobar que el gobierno del Sr. Camps tiene a este pueblo abandonado, pero más de vergüenza es tener que soportar que sus colegas en nuestro Ayuntamiento estén conformes con esta situación.
Alega el Sr. Onsurbe que la Generalitat ha invertido en este pueblo muchos millones de euros en educación, en sanidad, etc., y nos acusa de no reconocerlo. Al respecto tengo que decir que esas competencias están transferidas a las comunidades, es decir, es obligación de la Generalitat hacer estas inversiones y digo obligación, de crear esas infraestructuras en nuestro pueblo, hasta ahí podríamos llegar, que no se hubiera hecho nada. ¿Qué espera el Sr. Onsurbe, que eso también lo pague Zapatero?
Si le parece bien al Sr. Onsurbe seguimos con los magníficos convenios que firma nuestra Alcaldesa, en especial el de construcción del Palacio de Justicia, que nos endeuda a nosotros, lo pagamos, y ahora cuando el Sr. Camps tenga dinero nos lo devuelve y eso no va a ser mañana, nada más y nada menos que en 25 años. Todavía estamos esperando que nos paguen algo y ya hace más de año y medio que se construyó.
Las aportaciones de Gobierno de España del año pasado así como las que vamos a recibir este año 2010 demuestran de una forma inequívoca que desde el gobierno central se apoya a todos los municipios de España, sin distinción del color político.
Debería el Sr. Onsurbe preocuparse por firmar convenios ventajosos para nuestro pueblo y de no ser tan esplendido cuando maneja el dinero de todos los ciudadanos, que no le tiembla la mano en gastarse más de 120.000 € despidiendo a una trabajadora por autentico capricho.