Por Yolanda Venteo
La actitud que muestra nuestra Sra. Alcaldesa, de la cual tuvimos un ejemplo en el Pleno del lunes, lejos de ser la que le corresponde por mandato soberano, se ha convertido en toda una muestra de despotismo hacia los que opinan diferente a ella.
Además de rechazar cualquier tipo de crítica a su gestión, también intenta imponer su voluntad por encima de todo y de todos. Esto le es posible principalmente porque se encuentra en situación de mayoría absoluta que le fue otorgada por los ciudadanos de Ibi para que gobernara por el pueblo y para el pueblo y no de espaldas a él. Esa mayoría absoluta la ha colocado en una posición de superioridad respecto a los demás, a los que trata de súbditos, a los que ordena y manda y al que no obedece…. en fin Uds ya saben lo que ocurre cuando alguien osa desobedecer a la Diosa.
Un comentario privado entre mi compañera y yo, desencadenó esta actitud que acabo de exponer.
Y fijense Uds la correspondencia entre acción-reacción. El comentario (acción) fue “que cara más dura” y la reacción fue la de hacer comparecer en el salón de Plenos a nada más y nada menos que tres policías locales, para expulsar a mi compañera por el comentario. Cualquiera diría que disfruta con estos alardes de poder, convocando de «ipso facto» a la autoridad, cualquiera diría que lo estaba deseando.
Otro cantar es cuando ella, de forma despótica y autoritaria, manda «cerrar la boca» a un concejal de la oposición durante su exposición porque está en desacuerdo con lo que dice. Ante su propio cometario despótico no ordenó intervención policial. Porque señores ciudadanos de Ibi, a la diosa nadie le tose.
Para entender más esta actitud e intentar comprenderla me he informado. En esta tarea he encontrado un artículo muy ilustrativo que trata sobre el autoritarismo. Antes de crear susceptibilidades, diré que es un estudio psicológico general sobre el autoritarismo y no una definición a ninguna persona concreta del equipo de gobierno (no seamos mal pensados). Para quien tenga curiosidad, el artículo dice literalmente así: …
Es la nuestra una época de crisis, debido sobre todo a la rapidez con que se suceden las transformaciones sociales y una de las consecuencias de esta crisis es la falta de estructuración del campo cognitivo del individuo, lo cual le crea al hombre moderno una gran ansiedad e inseguridad, fenómenos estos que le empujarán hacia el autoritarismo y hacia el prejuicio como soluciones a esa inseguridad y a esa ansiedad.
En esta línea escribieron Adorno y sus colaboradores “La Personalidad Autoritaria”, autores que definen el autoritarismo como una tendencia general a colocarse en situaciones de dominancia o sumisión frente a los otros como consecuencia de una básica inseguridad del yo.
El principal objetivo de este libro fue, en palabras de sus autores “el de estudiar al sujeto potencialmente fascista, cuya estructura de personalidad es tal que le hace especialmente susceptible a la propaganda antidemocrática” (Adorno y cois., 1950, p. 27).
Parten de la hipótesis fundamental de que la susceptibilidad de un individuo para ser absorbido por esta ideología depende primordialmente de sus necesidades psíquicas. Para medir tal susceptibilidad construyeron una escala, que llamaron Escala F, con dos objetivos fundamentales:
— Detectar el etnocentrismo, y
— Detectar al sujeto potencialmente fascista.
Este factor de autoritarismo, medido por la Escala F, se compone, según Adorno, de nueve subvariables teóricas:
1) Convencionalismo: adhesión rígida a los valores convencionales de la clase media.
2) Sumisión autoritaria: actitud de sumisión y aceptación incondicional respecto a las autoridades morales idealizadas del endogrupo (grupo interno, grupo de pertenencia).
3) Agresividad autoritaria: tendencia a buscar y condenar, rechazar y castigar a los individuos que violan los valores convencionales.
4) Antiintraceptividad: oposición a lo subjetivo, a la autoreflexión, a la introspección.
5) Superstición y estereotipia: creencia en la determinación sobrenatural del destino humano (el destino está escrito, hay elegidos) e inclinación a pensar en categorías rígidas (diferencia de clases).
6) Poder y fortaleza: preocupación por la dimensión dominio-sumisión, fuerte-débil, etc. en sus relaciones interpersonales, identificándose con las figuras que representan el poder y valorando en exceso la fuerza y la dureza.
7) Destructividad y cinismo: significa una hostilidad y un vilipendio general de la humanidad.
8) Proyectividad: al proyectar hacia el exterior impulsos emocionales inconscientes, las personas autoritarias tienden a creer que en el mundo suceden cosas desenfrenadas y peligrosas.
9) Sexo: preocupación exagerada por las cuestiones sexuales.
Supongo que esta definición se refiere al estado puro de autoritarismo y luego ya depende del grado. En el fondo no es más que una de las tantas definiciones que nos podemos encontrar en los manuales y obras publicadas. Y a partir de aquí que cada cual opine lo que considere, que para eso estamos en democracia y mis compañeros y yo seguiremos dando nuestro punto de vista ante comportamientos de este tipo, le pese a quien le pese.
Lo que tiene que hacer la diosa es largase a su puñetero país de Parralandia, con sus súbditos, los enanitos del bosque, etc. Y que nos dejen vivir en paz de una vez. Desde que está esta gente somos más famosos que la charito, y no por buenas cosas.
Me parece que la Parra puede batir un récord de autoritarismo en esa escala F. Si vamos tomando cada una de las subvariables obervamos que su convencionalismo es evidente, su actitud autoritaria también, la agresividad por supuesto, la antireceptividad es reconocida hasta por los mismos del PP (¡no escucha a nadie!), de la superstición ni hablar (le gusta que le miren las cartas), poder y fortaleza ya lo tiene de sobra, destructividad y cinismo tiene para parar un tren y … del sexo … pues no tengo datos.
Nos imaginamos haciendo la limpieza del sabado a la Maite con sus rulos,su batin y su plumero, y cantando la maravillosa canción de BEBE.
Ya era hora ahora me toca a mí
Ya era hora ahora me toca a mí
arta de ir paca y paya
con mis niños a cuestas
y la casa colgando,
ahora decido por donde ando
ahora pongo yo toa mi carne, mi alma,
mis ganas y toa mi alegría…
Y a mí que me lancen cuchillos
que con media vuelta yo tos los esquivo.
Que ahora soy mi misma dueña, mi amiga,
mi jefa, la reina de mi casa
que nadie me levante la voz
que aunque tos me mateis a disgustos
hoy Maite empieza su vida
y no piensa parar hasta veros a disgusto.
Desde luego has hecho un gran esfuerzo en definir a una persona dictarora, déspota, autoritaria etc, etc, etc, etc. Yo creo que ya todos los que seguimos un poco las barbaridades de esta señora nos hemos dado perfecta cuenta de que la actitud va a ser esta , entre otras cosas, porque no sabe hacer otra cosa, no entiende lo que es la democracia y mucho menos lo va a entender habiéndose creído su mayoría absoluta como una patente de Corso que le permite hacer y deshacer a su antojo.
Lo lógico será que en las próximas elecciones aquellos que la encumbraron la vuelvan a dejar donde nunca debería de haber salido, es decir, en la oposición y si es posible ni ahí, pues sean quien sean sus compañeros, algunos, no se merecen una compañera de viaje como esta señora.
Me dan pena sus compañeros pues no valen excusas, están legitimando a la alcaldesa en su forma de proceder y lo quieran o no, son igual que ella, como partícipes de estas situaciones, no por acción, que algunos de ellos si, sino por omisión, pues como se suele decir, «quien calla otorga»
Allá ellos, al final lo van a pagar todos.