El gran drama de España, el motivo por el que somos al mismo tiempo el país que más empleo genera de Europa cuando la cosa va bien y el que más rápido lo destruye en cuanto se tuerce la economía, es que se tolera un fraude de ley muy extendido: contratar como temporales a personas que cubren puestos estructurales, que deberían ser indefinidos. Son esos trabajadores quienes pagan el pato de la crisis. Su despido es libre y gratuito: basta con no renovar el contrato. Por eso, entre otros motivos, el paro se ha disparado en España con una caída del PIB inferior a la media europea.
¿Propone entonces Rajoy eliminar los contratos temporales o vigilarlos más? No. Habla de “un nuevo tipo de contrato, además de los ya existentes”. Es decir, que el empresario tenga otra opción más barata a los contratos indefinidos actuales, con la esperanza de que la bondad del mercado evite así la contratación abusiva de temporales.
Me gustaría ver una propuesta concreta para salir de la crisis, porque yo mismo me puedo idear unas acciones estupendas:
1º.- Bajar los impuestos
2º.- Disminuir el gasto público
3º.- Aumentar el dinero que se da a la pequeña y mediana empresa
4º.- Aumentar las ventas al exterior.
Y una pocas más. El caso es que el Sr. Rajoy nunca dice como se hace esto. En este plan cualquiera de nosotros podríamos ofrecer a nuestra familia un plan que al año nos consiguiese tres o cuatro millones de pesetas. El problema es hacerlo funcionar en la práctica.