El origen de esta fiesta se debe a una masacre de los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el rey Herodes, en un intento desesperado por asesinar al Mesías, Jesús de Nazaret. Herodes tomó esta decisión al verse burlado por los Reyes Magos, que habían venido para saludar al recién nacido que sería el nuevo rey de los judíos.
El número de niños asesinados no está claro. En la Edad Media, los escritores cristianos especulaban que fueron asesinados entre 3.000 y 15.000 bebés. Pero, de acuerdo con el censo ordenado por el gobernador romano Quirino, cada año se producían aproximadamente 20 nacimientos, y morían aproximadamente el 50% antes de cumplir los dos años de edad, así que Herodes mandó a asesinar un máximo de 20 niños.
La fecha en la que ocurrió tampoco está clara. La iglesia católica data este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con los Evangelios, la masacre debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes (uno o dos días después del 6 de enero), aunque tampoco la fecha de la adoración de los Reyes Magos a Jesús es exacta.
En Hispanoamérica y en España es costumbre en este día realizar bromas (inocentadas).
En Ibi tiene lugar el Día dels Enfarinats. Consiste en una divertida celebración que representa el enfrentamiento entre el poder público y la oposición, mediante una batalla de harina en un ambiente carnavalesco y satírico.
Els enfarinats lo forman un grupo de 14 personas, entre las que se elige al alcalde y demás cargos relevantes, como el juez, el fiscal, el alguacil… Por otro lado, la oposición, cuyo máximo representante se caracteriza por llevar una chistera negra, intentará arrebatarles el poder. Ahí comienza a escenificarse una batalla en la que se lanzan harina, polvos de talco, huevos y cohetes. Una espectacular explosión de ruido, fiesta y tradición.