Fuente: Diario Información
El Rectorado recurre a un préstamo de 12 millones que son los que adeuda la Generalitat para poder pasar este último mes.
El Consell ha vuelto a fallar a las universidades en el pago de los gastos corrientes que no llegan a los campus desde el pasado mes de septiembre. En concreto la Universidad de Alicante se ha visto obligada ya a pedir un préstamo bancario para hacer frente a las nóminas del mes que acaba de cumplir porque ya no disponía de remanente alguno con el que hacer frente a los salarios de sus trabajadores, tanto profesores como personal administrativo.
Ninguna de las cinco universidades públicas ha recibido un euro desde que llegó la mensualidad del pasado agosto, el mismo día 31 como confirman los rectorados consultados. Para cubrir el mes de septiembre los responsables económicos de los campus han echado mano de una mensualidad que ya adelantó el Consell el pasado febrero tras comprometerse a pagar en 14 años el total de la deuda acumulada desde 2005 a las universidades.
Pero ahora, cumplido el mes de octubre sin que tampoco haya llegado el dinero correspondiente, los rectores han tenido que mirar hacia las entidades financieras para poder hacer frente al pago de las nóminas.
En concreto la Universidad de Alicante ha solicitado un préstamo de 12 millones de euros, la misma cantidad que correspondía abonar a la propia Generalitat y que no ha llegado.
Esta situación ha provocado el «quebranto de la tesorería» en palabras de los responsables económicos del Campus de San Vicente y para solventarlo han recurrido a pólizas de crédito con diversas entidades como la CAM, el Banco Santander y Caja Murcia, tal como también se vieron obligados a hacer en los últimos compases del curso pasado para afrontar los mismos gastos básicos pero por una cantidad que entonces fue cuatro veces menor y rondó los 3 millones de euros.
Esta precaria situación se produce paradójicamente a las puertas de que se cumpla otro plazo también prometido por el conseller de Educación para que las universidades puedan contar, a partir del año próximo, con un nuevo plan de financiación plurianual que resuelva las continuas dificultades económicas que atraviesan desde que se prorroga el anterior, agotado desde hace dos años, en 2007.
Desde el Consell han asegurado a los rectores que «antes del 31 de diciembre recibiremos todo lo que corresponde de estas mensualidades», señalaron, pero hasta entonces hay que pagar nóminas y gastos de funcionamiento.