fuente agencia Efe | Madrid
El ‘examen’ al que podría someterse Leire Pajín para ser senadora territorial por la Comunidad Valenciana ha causado indignación en algunos parlamentarios de la Cámara Alta, que ven la intención del grupo del PP en las Cortes como una maniobra «fuera de lugar» y un ejemplo «del peor filibusterismo político».
El grupo popular en el Parlamento valenciano ha anunciado este jueves su propósito de que la secretaria de Organización del PSOE supere en el Parlamento valenciano una suerte de evaluación para dilucidar si defiende los intereses de la comunidad autónoma, y en consecuencia, si es acreedora del escaño en el Senado.
Aunque, como corrobora el PP, tal posibilidad viene recogida en el reglamento de las Cortes, ésta no se ha puesta en práctica nunca, según el senador valenciano por designación autonómica Joan Lerma, del PSOE.
Hacer un examen a Pajín para que pueda sentarse en el correspondiente escaño del Senado resultaría un hecho «insólito», y por ello, Lerma opina que en el planteamiento del PP subyace la necesidad de «retrasar lo inevitable».
El que fuera portavoz del grupo socialista en el Senado durante la legislatura pasada señala que la designación de Pajín es un trámite que corresponde al PSPV y que así está «reglado» en las Cortes, de tal modo que las prácticas «dilatorias» del PP «están fuera de lugar».
Los socialistas valencianos, por medio de su secretario general, Jorge Alarte, han señalado ya que presentarán una querella por prevaricación contra los populares si «dan un nuevo paso» en el bloqueo de la designación de Pajín.
En definitiva, lo que argumenta el PP es un procedimiento similar al que sigue el Congreso para elegir, por ejemplo, a los integrantes del Consejo General del Poder Judicial.
Pero en las Cortes tal práctica no se ha efectuado nunca para elegir a un senador territorial, al igual que en muchas Cámaras territoriales, como la vasca, la madrileña o la andaluza.
El Parlamento catalán, en cambio, sí que regula una especie de evaluación a los candidatos a senadores por designación autonómica, pues así lo recoge su reglamento: estos presentan una memoria y mantienen «una charla» con los diputados.
En Cataluña existe
Más que mostrar sus aptitudes y sus cualidades como potenciales senadores, lo que hacen los candidatos consiste en suscribir «un compromiso de trabajo conjunto» entre la Cámara Alta y el Parlamento catalán. «No es una examen como tal», corrobora el senador Joan Josep Nuet, de Entesa Catalana de Progrès.
El portavoz de este grupo, Carles Bonet, puntualiza que dicho trámite «no se hacía antes» -en la constitución de las Cortes para la presente legislatura se puso en marcha el procedimiento citado-, porque los senadores eran también diputados en el Parlamento catalán.
‘Filibusterismo político’
Desde el grupo del PNV, Iñaki Anasagasti asegura que la intención del PP revela «el peor filibusterismo político» y «deja en muy mal lugar» a los populares valencianos, que a su juicio, gracias a estrategias como ésta, parecen funcionar como «una tribu o una mafia».
Al diputado de IU, Gaspar Llamazares, le parece un «esperpento» que el PP trate ahora de hacer una utilización «partidista» de las instituciones y proponga un «examen de idoneidad» para la designación de un senador autonómico cuando ningún cargo público tiene que pasar tal prueba.
El senador socialista por Córdoba, Antonio Hurtado, sentencia que la maniobra del PP es «un auténtico disparate», si bien matiza que en el reglamento de las Cortes hay un vacío al respecto y que dicha laguna la están aprovechando los populares.