Por Susana Hidalgo
El pasado sábado día trece pudimos asistir a un estreno teatral en la Casa de la Cultura a cargo del grupo local “Ni pa Hui ni pa Demá”. La obra “Doce hombres sin Piedad” un guión de Reginal Rose que no deja indiferente a nadie, analiza crudamente la objetividad de un jurado popular que tiene que dictaminar sobre la culpabilidad o inocencia de un chico de 19 años acusado de asesinar a su padre.
Los que tenemos cierta edad recordamos la versión cinematográfica de la obra dirigida en 1957 por Sidney Lumet, hijo de un actor judío y una bailarina que cosechó grandes éxitos en la década de los 60.
El espacio Estudio 1 ofreció una versión de la obra el 16 de Marzo de 1973, dirigida por Gustavo Pérez Puig, y que estuvo interpretada por el gran elenco de actores del momento, y del que Claudio Vicedo director de la puesta en escena del sábado ha tomado acertadamente buena nota.
Una cuidada dirección permite crear el ambiente necesario parta hacer creíble el movimiento actoral durante toda la representación, la calor desmesurada reinante en el salón de actos también ayudo a crear un ambiente desesperante y asfixiante, no sólo por la climatología real, sino por la tremenda responsabilidad ficticia de los miembros del jurado que ha medida que tienen una duda razonable , va pesando más en sus cuerpos y mentes.
Los personajes dibujados con exactitud permiten al espectador mirar en el fondo de cada uno de ellos, todos realizan un buen trabajo, una muy buena compensación de los personajes que a medida que evoluciona el conflicto dramático van cogiendo fuerza y estilo ,compenetrados a un ritmo real y exacto, esforzándose al máximo para no arrancar las risas de un público deseoso de participar, destacando la interpretación del jurado nº 10 , que con mucha naturalidad nos muestra un hombre amargado y molesto con la vida, racista e intolerante, un hombre frustrado que nunca será un hombre importante, por lo que se desquita con los más débiles, etiquetando a la gente en base a su condición social.
A mi juicio es el jurado nº 8 el que sorprende al público consiguiendo en su debut una interpretación limpia y totalmente creíble, donde cada gesto muestra exactamente la personalidad de un hombre callado y analítico, con valores arraigados ,con un gran sentido de la responsabilidad y de la justicia que tratará de crear una duda razonable en los 11 miembros del jurado para que emitan un veredicto cuanto menos objetivo en base a las pruebas presentadas durante el juicio.
Mi más sincera enhorabuena a todos y cada uno de estos hombres que han tenido las ganas, la dedicación y la ilusión de ofrecernos una de las mejores obras dramáticas de todos los tiempos, sería una pena que este trabajo no viajará por el del pais, os animo a presentaros a las Muestras y Concursos de Teatro Amateur que se realizan en todas las Comunidades Autónomas de nuestro pais, estoy completamente segura que cosecharías muchos éxitos.
Asistí el sábado pasado a la representación y coincido plenamente con la crítica, y también coincido con que el calor reinante en el salon de actos de la Casa de la Cultura era insufrible, Susana espero que hayas dado buena cuenta de ello a los responsables políticos, ya que me consta que los funcionarios de la Casa llevan mucho tiempo en el tema.