Este pasado lunes, Mariano Rajoy intervino en el programa “Tengo una pregunta para usted”. Durante la noche tuvo que responder a muchas preguntas. Gran parte de ellas fueron contestadas con evasivas, siendo habitual que los ciudadanos que le habían formulado las preguntas, le recordaran que no las estaba respondiendo sino divagando.
Una asistente le echó en cara que el PP no derogase la Ley del aborto cuando el PP gobernó durante dos legislaturas. Rajoy reconoció que no lo hicieron porque la actual Ley del aborto “es óptima” y porque además “estos temas son muy difíciles porque hay mucha gente en contra, mucha a favor, y gente que acepta algunos supuestos”.
Otra participante le planteó que «ante el hipotético caso de que uno de sus hijos tuviera una enfermedad incurable y sólo fuera posible su curación con células madre, ¿qué haría usted?». Mariano Rajoy fué incapaz de contestar con claridad: «me tendría que informar si de esa investigación saldría la curación de mi hijo».
De donde no pudo escapar fue de la pregunta que le formuló un joven de Madrid, que se quejó de que cuando la Comunidad de Madrid creaba empleo, Aguirre salía todos los días en la prensa para decir que si el paro bajaba, era porque su gobierno había hecho los deberes. “Ahora que Madrid es la comunidad que más empleo destruye ya no la vemos en televisión”. Rajoy le respondió que el paro es competencia del gobierno pero el joven le recordó que esta competencia está transferida a las comunidades. Rajoy, bastante nervioso, respondió con evasivas. “No recuerdo esas declaraciones de la presidenta de Madrid” y siguió hablando del euro, educación, justicia y otros temas varios.
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Un ciudadano mallorquín le hizo la peor pregunta. En primer lugar se interesó por los casos de espionaje en Madrid, a lo que Mariano Rajoy respondió con un perfecto resumen de la eficacia de dicha comisión: «yo no puedo decirle quién espió».
Lo peor estaba por venir, pues seguidamente le hizo una pregunta que aludía a la actitud de Federico Trillo en el caso del Yak 42. Según Rajoy “el señor Trillo pidió perdón, pidió disculpas”, y argumentó que no podía dimitir porque “ya no es el ministro de Defensa”, añadiendo que “por un error no creo que una persona tenga que quedar inhabilitada por los siglos de los siglos”. El ciudadano le respondió: “pues yo sí”.
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