En las ultimas semanas nos han llegado por e-mail bastantes solicitudes de información sobre el Plan Bolonia. Para intentar satisfacer estas demandas, hemos preparado un pequeño resumen sobre las cuestiones más importantes de este tema.
Esperamos que os guste.
El Plan Bolonia
En 1999, los Ministros de Educación Europeos iniciaron un proceso de reforma con el objeto de desarrollar el Espacio Europeo de Educación antes del año 2010.
Se trata de un plan de convergencia cuyo objetivo es facilitar el intercambio de estudiantes y titulados en los países de la Unión. También pretende adaptar el contenido de los estudios a las demandas del mercado laboral.
Los cambios más sustanciales que se van a producir son los siguientes:
1- Se crean dos niveles de estudio:
El primero es el de Grado, con una duración de tres o cuatro años, con el objetivo de proporcionar, “unos conocimientos generales básicos para la integración en el mundo laboral”. Al finalizar los estudios de grado y, tras aprobar todas las asignaturas, para obtener el título habrá que superar un examen de evaluación general del Grado. Si no se supera este examen ni se obtiene el título, ni se puede optar al nivel de Postgrado.
El segundo ciclo es el de Postgrado, donde se integran los títulos de Master y Doctor. El título de Master sustituye a las especialidades de las actuales carreras. La Universidad donde se imparten los estudios de Postgrado puede escoger a sus alumnos según propios criterios de elección.
2- Diferentes criterios de evaluación:
No se valorará tan sólo el nivel de conocimientos sobre la materia en los exámenes sino que se realizará un seguimiento diario al trabajo personal del alumno mediante evaluaciones continuas, actividades no presenciales (prácticas en empresas) y trabajos en grupo. Esto será posible mediante el uso de Internet y las nuevas tecnologías. Esta medida plantea algunos problemas, como el de los alumnos que estudian y trabajan.
3- Becas y ayudas:
Las becas, tal como las conocemos, se mantienen para los estudios de Grado.
Para financiar a los estudiantes de Postgrado aparecen las becas-préstamo. Los alumnos que las soliciten pueden recibir una cantidad de dinero que deberán devolver cuando trabajen y consigan el sueldo medio. Si en 15 años no tienen un trabajo bien remunerado, quedan exentos de devolver el préstamo.
4- Financiación de las universidades:
Uno de los objetivos de esta reforma es recapitalizar la Universidad, diversificando los fondos, esto es: recurriendo a la inversión privada, ya sea mediante el aumento de las tasas (el precio del crédito) a los alumnos, o inversiones de empresas privadas. Esto supone que el sistema pasa de ser público a tener un sistema mixto de financiación.
El proceso de Bolonia en España
En España, 20 de las 47 universidades públicas españolas apoyan el Plan Bolonia. Existen otras, como la universidad de Sevilla, que rechazan el cambio por considerar que no se dispone de recursos humanos y tecnológicos suficientes para aplicarla con éxito.
Principales críticas
Entre estas destaca lo que se entiende como equiparación práctica del horario estudiantil al de un horario laboral, debida al aumento de las horas lectivas presenciales obligatorias, que se requieren para aprobar. Esto dificultaría trabajar y estudiar al mismo tiempo. Estos aumentos en los costes económicos (de tiempo y dinero) no se compensan con un aumento eficaz de las ayudas y becas nacionales o europeas.
Otro argumento es que la universidad se concibe como productora de individuos válidos para introducirse en el mercado laboral europeo. No se trata ya de desarrollar y transmitir conocimiento o incluso conocimiento con aplicación social sino de formar trabajadores. En este sentido cualquier aplicación social del conocimiento va a tener que ser impulsada por empresas privadas y, por tanto, presumiblemente motivada por intereses privados (que no públicos).
En muchos informes del Gobierno se habla del aumento de becas-préstamos en detrimento de las becas convencionales.
Se habla de mercantilización del conocimiento. Al adaptar las carreras a las demandas del mercado laboral, es decir, a las necesidades de las grandes empresas europeas, se considera que el mercado ha sentado las bases de esta reforma universitaria.
En conclusión, aquellos que se oponen al Plan Bolonia, pese considerar que se incluyen cambios que se juzgan positivos para desarrollar un espacio común de educación en Europa, piensan que se están camuflando otros que convierten la educación universitaria en cantera para las grandes empresas privadas.
Argumentos a favor
Los alumnos adquieren un mayor grado de especialización.
El sistema de Grado/máster/ Doctorado es el que ya funciona en la mayor parte de los sistemas educativos del mundo, por lo que se está implantando un sistema ya asentado y contrastado.
Se espera que mejore las salidas laborales de los universitarios, ya que los títulos estarán reconocidos en todos los países firmantes del Proceso, además de porque los nuevos planes de estudios están más enfocados a la formación de los profesionales que la sociedad demanda.
El estudiante que decida trabajar mientras estudia puede cursar sus estudios a tiempo parcial, matriculándose de menos créditos.
Es necesario saber idiomas, algo que volverá más competitivos a los estudiantes españoles.
Adaptar los estudios a las necesidades del mercado no sólo ofrece más salidas sino que estimula una mentalidad emprendedora entre los alumnos.
Enhorabuena por el artículo, es bastante completo y está bien confeccionado. Sin embargo, he encontrado algunas carencias,algunos puntos de los que no habla el artículo… Me refiero, por ejemplo, al desequilibrio que se está produciendo -al menos de momento- y que, previsiblemente se producirá, entre el peso que cobrarán diferentes titulaciones.
En al artículo se habla de que los intereses que motivarán el funcionamiento de la universidad serán privados, que no públicos, pero no se expone cuáles van a ser las consecuencias de ese nuevo «pódium» de prioridades. En la Universidad de Valencia, por ejemplo, la mayor parte de filologías desaparecerán. Sí, sí. Como lo leen. Desaparecerán. Se está creando un nuevo título de grado con un nombre rimbombante, algo así como «lenguas modernas en el mundo actual», más o menos, que incluirá asignaturas de filología italiana, portuguesa, rusa… es decir, de los idiomas «de segunda» (no es el caso del castellano, del inglés ni del francés). Los alumnos que deseen cursar ese grado se pueden olvidar de realizar asignaturas de carácter literario, por ejemplo. Al incluir tantos idiomas en uno, el número de materias de estudio se reduce notablemente. Dudo yo que así los alumnos vayan a salir mejor preparados.. pero claro, es que filología «no es lucrativa», «no vende», «no da dinero» en el mercado… Y así ocurre con otras muchas titulaciones. Historia del arte también desaparecerá. Y lenguas clásicas. Sí´, sí.. como lo leen. Tan orgullosos como están aquellos que han ideado este complejo plan de enseñanza, que no trata si no de integrarnos en Europa, de crear en nuestras mentes un imaginario colectivo en el que la idea de Europa sea verdaderamente sólida y durdadera… que se han olvidado de aquellas lenguas que dieron origen a Europa, que la unificaron y de las que proceden prácticamente todas las lenguas «modernas» que hoy en día hablamos los eurpeos. Un poco paradójico, ¿no les parece?.
Desde mi punto de vista, estoy de acuerdo en que muchos puntos del proceso de integración son acertados (el tema de facilitar la movilidad de lso estudiantes, por ejemplo)… pero… para eso ¿era necesario sacrificar tantos y tantos pilares básicos del conocimiento? Las humanidades, con este plan, están quedando relegadas a un segundo plano… ¡Las humanidades! ¡La base de la razón! Es increíble… Me parece perfecto y un punto muy positivo el que se invierta en ciencia y tecnología ¡por fin! en España. Es la industria del futuro. Deberíamos estar a la vanguardia en investigación, con proyectos dotados de fondos e investigadores verdaderamente reconocidos (social y salarialmente hablando), pero sin que ello suponga el detrimento de otros estudios.
Supongo que me dejaré algunas cosas en el tintero, no soy ningún experto en el tema. Seguramente estaré equivocado. Seguramente muchos piensen que soy joven, que sólo tengo 20 años y que mis ideas no me dejan ver la realidad. Que en este mundo «qui paga,mana» y punto. Quizá tengan razón. Quizá, no. En cualquier caso, como dijo Blas de Otero, «me queda la palabra».
Jose Vicente, eres joven, eres inteligente y lo más importante eres crítico. Realmente opino como tú, pero también es cierto que se puede llegar a un acuerdo con el gobierno. Si hablas con los padres quieren un futuro prometedor para sus hijos y que además la carrera en la que invertirán tiempo(sus hijos) y dinero (ellos)quieren que esten orientadas al mundo laboral y no al contemplativo. Si crees en los jovenes quieres que tengan plena libertad para elegir una carrera que les guste, les motive y les dé la oportunidad de mejorar la sociedad en que vivimos, para eso hacen faltan muchos filósofos.Complicado verdad?
Seguro que eres estudiante y seguro que también eres sol.