Como todos los años las fiestas del barrio San Miguel, congregaron a mucho público, en la carrera ciclista, la misa en la ermita, el desayuno con la típica “coca de aceite“, las sardinas y un montón de actividades para niños, jóvenes y menos jóvenes de la localidad. La verbena del sábado tuvo que suspenderse por las inclemencias del tiempo, muy propio en estas fechas, aunque otros años se ha disfrutado de buen tiempo, “el veranillo de San Miguel” .
Felicitamos a todos los miembros de la asociación de vecinos que como siempre están dispuestas a trabajar por sus fiestas dedicando horas, esfuerzo y seguro que compartiendo muy buenos ratos con los preparativos. Un fuerte abrazo.