Por Sergio Carrasco
No se me ocurre otra manera de catalogar el momento que estamos pasando en la Comunidad Valenciana con todos los titulares y notas de prensa de todo tipo, así como apariciones en la televisión por parte del señor Camps y su “camarilla”. No he vivido la época del franquismo, pero sí estoy al corriente de lo que es la manipulación de la sociedad porque lo estoy viviendo en estos días, en pleno siglo XXI.
Lo triste del caso es que, mientras el señor Camps se gasta dinero (el de todos nosotros), en macroconstrucciones que benefician a los que benefician, emplea más de 190 millones de euros en ocio, organiza encuentros internos de su partido y protesta una y otra vez sobre un plan totalmente inviable; los niños y niñas valencianos tienen que estudiar en los barracones, la sanidad pública deja mucho que desear, pasa olímpicamente de las advertencias que le llegan desde CCOO y UGT para que cambie el insostenible motor económico de nuestra comunidad, las universidades públicas están al borde de la quiebra y bloquea leyes tan importantes y necesitadas como son la de Alquiler Joven y la de Dependencia.
Las políticas sociales en la Comunidad Valenciana brillan por su ausencia. Leí un artículo de opinión en prensa local que decía que habíamos “errado” votando a Zapatero, pues viendo la política exclusivista y dedicada a convertir la comunidad en una “zona de recreo” para ricos, no se ha cometido un “error” al votar al PP sino una “catástrofe”. Porque no creo que en la American’s Cup formen a personas para ayudar a los dependientes que lo necesitan, ni que en el circuito de Fórmula 1 haya aulas con todo lo necesario para que los estudiantes tengan la formación que se merecen.
Él pide un plan hidrológico general en el que entre el famoso trasvase del Ebro, pero lo que no dice es que, en su momento, desde la UE se le advirtió al PP – que por aquel entonces gobernaba – que era un trasvase económica y ecológicamente inviable, ¿cuántas veces hemos oído estos argumentos europeos en los medios de la Comunidad Valenciana?, si tanto le interesa el agua, ¿por qué bloquea la desaladora de Torrevieja? y, si tan poco le gustan las desaladoras, ¿por qué el Sr. Camps ha inaugurado en época de Aznar?
Hablar a medias y sin dar opción a réplica es muy fácil. Pedir agua al gobierno central mediante un trasvase cuando se vende el agua que tenemos (Villena), ocultar la aportación que el gobierno hizo en agua a la Comunidad Valenciana, y mantener inservibles tres pantanos y embalses (lodos, salinización y fugas) que están al 100% de su capacidad no es justicia, sino hipocresía. La necesidad de agua no puede ser un motivo de búsqueda de votos. Debe y tiene que ser un trabajo de todos; los de aquí ahorrando agua y buscando alternativas que permitan el autoabastecimiento y, tras esto, solicitar agua en solidaridad si por nosotros mismos no lo conseguimos.

Artículo anterior
Artículo siguiente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce un comentario!
Por favor, introduce tu nombre

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.