El País
Los dos sectores del PP apuestan a que habrá una candidatura alternativa al líder
El sector crítico del PP da a Mariano Rajoy por liquidado. Media docena de miembros del Comité Ejecutivo del partido coinciden en este análisis. Podrá ganar el congreso, dicen, pero el deterioro de imagen que ha sufrido en los últimos dos meses no se puede resolver. «Si no cae antes del congreso, que no lo hará porque siempre ha sido un superviviente, lo hará el año que viene, tras las elecciones gallegas. Es imposible recuperarse de esto, está políticamente muerto», sentencia un dirigente regional. Sin embargo, el entorno del líder está convencido de que, en política, resistir es ganar, y sus rivales, sostienen, están llevando las cosas tan lejos que maniobras como la manifestación de Génova se les volverá en contra. La única incógnita es si habrá candidatura alternativa. Sólo se habla de Juan Costa, que no ha decidido aún si presentarse.
Hay un momento especialmente dramático en cualquier faena: cuando el torero, después de clavar la espada, aparta a su cuadrilla y recoge su muleta: «Dejadlo, está muerto». El toro se defiende, cornea, puede tardar algún tiempo en doblar, pero el matador sabe que caerá. Este símil era utilizado esta misma semana en privado por uno de los más relevantes exponentes del creciente club de rivales internos de Rajoy.
El suspense reside en si algún candidato se atreverá a pasar de las palabras a los hechos y disputarle el liderazgo en el congreso de junio. El ex ministro Juan Costa, bien valorado entre sus compañeros del Congreso -es el único diputado con peso político como para plantar cara al líder- tiene varios problemas. Por un lado, el aparato ya ha recogido la mayoría de los avales para Rajoy, único candidato declarado, aunque podría facilitar una nueva recogida si Costa lo pidiera. Por otro, el diputado castellonense, ex mano derecha de Rodrigo Rato, es un dirigente moderado, que volvió a la política porque se lo pidió Rajoy, y para lograr cualquier éxito tendría que apoyarse en los duros, que reclaman un discurso más claro contra el nacionalismo, por ejemplo.
Una de las cuestiones que más han molestado a los dirigentes moderados que creen que Rajoy no es líder adecuado y debe marcharse porque ha perdido dos veces es la división entre duros y blandos. Ellos consideran que una buena parte del partido puede estar de acuerdo con la nueva línea marcada por el líder, pero cree que él no es la persona adecuada para encabezarla. Los que le apoyan creen, por el contrario, que está demostrando que sí puede hacer los cambios. «Está claro que ha decidido hacer lo que no pudo en la anterior legislatura. Está combatiendo sus propios demonios, y está mostrando que es muy fuerte. Si fuera tan débil como le pintaron, ya habría tirado la toalla», sentencia un marianista. En su entorno insisten en que, pese a la crisis y al abandono de María San Gil y de José Antonio Ortega Lara, dos símbolos del PP, Rajoy está fuerte porque sus apoyos regionales siguen firmes, como se pudo comprobar en la reunión de alcaldes del viernes.
La mayoría de los dirigentes consultados, duros y moderados, afines y críticos de Rajoy, asumen que habrá una candidatura alternativa. «Con la que está cayendo, tiene que haberla», señala un barón regional. «Sería una irresponsabilidad que nadie se lanzara para esperar al año que viene, cuando todo será más difícil. Si todos vemos claro que Rajoy ya no vale, y encima está cada vez más encerrado en sí mismo, hay que dar el paso», se anima otro dirigente regional, que está moviendo todos sus contactos para que alguien plante cara al líder.
Entre los rivales de Rajoy, sin embargo, muchos piensan que una candidatura alternativa le reforzaría y que es más útil un voto en blanco masivo que le convenza de que tiene que marcharse. «Tiene que irse él, aquí todos tenemos el recuerdo de la UCD y nadie de los importantes, como Aguirre, quiere asumir el coste de ser la persona que dividió a la derecha española tras 20 años de unidad», sentencia otro.
El PP vive así, en un clima de conspiración, las últimas cuatro semanas antes del congreso. El equipo de Rajoy está preparado para cualquier sorpresa. Pero también es consciente de que cada día que pasa es una victoria para el líder, que sólo podrá respirar después del congreso. Entonces se verá si está tocado de verdad o la estocada de sus críticos sólo le dejó algunas heridas.
José María Aznar
«Quiero recordar que en la vida política, entonces y ahora, es decir, siempre, la confianza y la defensa de los principioses siempre esencial”
Esperanza Aguirre
“El abandono de María San Gil y José Antonio Ortega Lara son dos no malas, sino muy malas noticias, que demuestran que algo se está haciendo muy mal”
Jaime Mayor Oreja
“María San Gil, yo y otras muchas personas vamos a dar la batalla para que el PP sea una garantía. Precisamos una dirección que piense sólo en España”
María San Gil
«Tengo un problema de confianza contigo, Mariano. Creo que estáis cambiando los principios del partido. Te falta liderazgo”